Tropas y tanques israelíes hicieron una incursión terrestre de varias horas en el norte de Gaza durante la noche del miércoles al jueves, según el ejército, en la que atacaron varios objetivos militares para “preparar el campo de batalla”, entre previsiones de una ofensiva terrestre tras más de dos semanas de devastadores ataques aéreos.
La operación se produjo después de que Naciones Unidas advirtiera que estaba a punto de quedarse sin combustible en la Franja de Gaza, lo que obligaba a reducir de forma drástica sus esfuerzos de ayuda en el territorio, sujeto a un asedio total desde el cruento ataque de Hamás en el sur de Israel que desencadenó la guerra este mes.
La creciente cifra de muertes en Gaza, que el jueves rebasó las 7.000, según autoridades palestinas, no tiene precedentes en las décadas de conflicto entre palestinos e israelíes. La pérdida de vidas podría ser aún mayor si Israel lanza una ofensiva terrestre destinada a aplastar a Hamás, que gobierna Gaza desde 2007 y sobrevivió a cuatro guerras previas con Israel.
El Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, informó el miércoles de más de 750 muertos en las 24 horas previas, más de los 704 muertos del día anterior. The Associated Press no pudo verificar la cifra de víctimas de forma independiente, y el ministerio no distingue entre civiles y combatientes.
La esposa, el hijo y la hija pequeña de Wael Dahdouh, veterano corresponsal de Al Jazeera en Gaza, murieron el miércoles en un ataque israelí. La cadena de televisión qatarí emitió imágenes del periodista llorando sobre el cadáver de su hijo en el piso de un hospital. Dahdouh y otros dolientes acudieron el jueves a los funerales con los chalecos antibalas azules que llevan los reporteros en los territorios palestinos.
Israel acusa a Hamás
El ejército israelí dice que solo ataca objetivos militares y acusa a Hamás de operar entre los civiles en la populosa Gaza. Milicianos palestinos han lanzado cohetes hacia Israel desde que comenzó la guerra.
Israel ha prometido aplastar la capacidad de Hamás para gobernar Gaza o amenazarlo de nuevo, y al mismo tiempo dice que no quiere reocupar el territorio, de donde retiró soldados y colonos en 2005. Eso podría ser un enorme desafío, ya que Hamás está muy arraigado en la sociedad palestina y tiene tanto organizaciones políticas y benéficas como una formidable rama armada.
Benny Gantz, general retirado y miembro del gabinete de guerra israelí, dijo que cualquier ofensiva terrestre sólo sería “una etapa en un proceso de largo plazo que incluye aspectos sociales, políticos y de seguridad que tomarán años”.
“La campaña pronto se incrementará con más fuerza”, añadió.
Durante su operación nocturna, los soldados mataron a combatientes, destruyeron infraestructura miliciana y posiciones de lanzamiento de misiles antitanque. Ningún israelí resultó herido, indicó el ejército. En un primer momento no había confirmación de bajas palestinas.
El contralmirante Daniel Hagari, vocero del ejército, dijo que la incursión era “parte de nuestras preparaciones para las siguientes etapas de la guerra”.
Israel también dijo que había realizado unos 250 ataques aéreos en Gaza en las 24 horas previas, dirigidos contra túneles, lanzacohetes y otra infraestructura miliciana.
Un ataque aéreo golpeó un edificio residencial en la localidad sureña de Khan Younis el jueves por la mañana. Las ambulancias llegaban al cercano hospital de Nasser, pero aún no había datos oficiales de víctimas. Familiares dijeron que en el edificio había 75 personas, incluidos 25 familiares desplazados.
El Ministerio de Salud de Gaza dijo que más de 7.000 palestinos han muerto en la guerra. La cifra incluye la controvertida cantidad de fallecidos que dejó una explosión en un hospital la semana pasada. Es más del triple que los palestinos muertos en la guerra de seis semanas de 2014. El conteo del Ministerio incluía más de 2.700 menores y más de 1.500 mujeres.
Los combates han matado a más de 1.400 personas en Israel, la mayoría de ellas civiles que murieron durante el ataque inicial de Hamás, de acuerdo con el gobierno israelí. Hamás también tiene a unas 224 personas como rehenes en Gaza.
La advertencia de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, Unrwa por sus siglas en inglés, sobre el agotamiento de los suministros de combustible provocó inquietudes de que la crisis humanitaria podría agravarse rápidamente.
La población de Gaza se ha estado quedando sin comida, agua y medicamentos debido a que Israel cortó los suministros. Alrededor de 1,4 millones de los 2,3 millones de habitantes de Gaza han huido de sus casas, y casi la mitad de ellos se encuentran hacinados en refugios de la ONU.
Cientos de miles de personas permanecían en el norte de Gaza pese a que Israel ha ordenado que se marchen al sur y afirma que los que se queden serán considerados “cómplices” de Hamás.
En los últimos días, Israel ha permitido la entrada de más de 60 de camiones con ayuda desde Egipto, lo que según los cooperantes es insuficiente y supone apenas una fracción diminuta de lo que entraba en el territorio antes de la guerra. Israel ha prohibido la entrega de combustible —necesario para los generadores— porque cree que Hamás se lo quedará.
Un responsable del Comité Internacional de Cruz Roja dijo que confía en llevar media docena de camiones llenos de material médico vital.
“Esto es una pequeña parte de lo que se requiere, una gota en el océano”, afirmó William Schomburg, jefe de la subdelegación en Gaza. “Intentamos establecer una línea de suministro”.
La UNRWA ha estado compartiendo sus propios suministros de combustible para que los camiones puedan distribuir la ayuda, las panaderías puedan alimentar a la gente en los refugios, el agua pueda ser desalinizada y los hospitales puedan mantener en funcionamiento las incubadoras, las máquinas de soporte vital y otros equipos importantes.
En Líbano, ataques de aviones y drones israelíes provocaron incendios en campo abierto en la localidad de Aita al Shaab, en el sur de Líbano, donde se han intensificado las hostilidades, según la agencia estatal de noticias libanesa. El miércoles por la noche se registraron ataques en poblaciones en el distrito de Tyre, según la agencia, que informo de un impacto en una fábrica de colchones.
Fuente: AP