Los científicos de la Universidad de Ginebra (UNIGE) de la mano con el Instituto Suizo de Salud Pública y Tropical, publicaron una investigación que demostró que el uso frecuente del teléfono móvil reduce hasta un 20% la concentración de espermatozoides y afecta la calidad del semen.
Según los valores establecidos por la Organización Mundial para la Salud (OMS) es más probable que un hombre tarde más de un año en concebir a un hijo si su concentración de espermatozoides es inferior a 15 millones por mililitro.
Aunado a eso, el porcentaje de posibilidades de embarazo disminuirá si la concentración de espermatozoides es inferior a 40 millones por mililitro.
En cambio, los investigadores del estudio publicado por la revista científica «Fertilidad y esterilidad» no encontraron ninguna prueba que indique que el uso de teléfonos afecte la movilidad y la morfología de los espermatozoides.
Varios estudios ya habían demostrado que la calidad del semen ha disminuido en los últimos años. Desde hace 50 años se ha reducido aproximadamente en un 50% el número de espermatozoides debido a los riesgos que representan la contaminación química, la radiación o el tabaquismo.
Esta investigación de la UNIGE representa el mayor estudio transversal sobre este tema, que se basa en los datos de 2.886 hombres suizos entre 18 y 22 años, que fueron incorporados en las pruebas entre 2015 y 2018 en centros militares.
«Los hombres completaron un cuestionario detallado relacionado con sus hábitos de vida, su estado de salud general y, más específicamente, la frecuencia con la que usaban sus teléfonos, así como dónde los colocaban cuando no estaban en uso», explicó Serge Nef, profesor titular del Departamento de Medicina Genética y Desarrollo de la Facultad de Medicina de UNIGE.
Los datos demostraron una evidente asociación entre el uso frecuente del teléfono y una menor concentración de esperma.
La concentración media de espermatozoides fue mayor en el grupo de hombres que no usaron su teléfono más de una vez a la semana (56,5 millones/mL) en comparación con los hombres que usaron su teléfono más de 20 veces al día (44,5 millones/mL).
Es decir, esta diferencia representa una disminución del 21% en la concentración de esperma para los usuarios frecuentes del teléfono.
Por otra parte, el estudio descartó uno de los grandes mitos que relacionaba el uso del teléfono en el bolsillo del pantalón con parámetros más bajos de semen. «El número de personas de esta cohorte que indicaron que no llevaban el teléfono cerca del cuerpo era demasiado pequeño para sacar una conclusión realmente sólida» afirmó Rita Rahban, parte del equipo de la UNIGE.
