Revelamos cómo evitar las preocupaciones disfuncionales conocidas como «pensamientos rumiantes»

La psicóloga María Jesús Álava Reyes, autora del best seller «La inutilidad del sufrimiento» (editorial La Esfera de los Libros) y presidenta de Apertia Consulting, explicó que sus estudios demuestran que más del 95% de las personas al repasar con conciencia su caso, reconocen que el dolor atravesado por una situación determinada no tenía justificación.

En una entrevista para la prestigiosa revista Vogue, la galena explicó que en determinados momentos se romantiza la idea del sufrimiento –“El dolor te hace más fuerte” «y la verdad es que la vida podría ser mucho más fácil si nos ahorrásemos muchos de esos sentimientos y cavilaciones disfuncionales que poco aportan –y restan mucho– a nuestro estado emocional».

Detalló que nuestra mente confunde una preocupación con una emergencia peligrosa y de forma automática activa el sistema nervioso autónomo y dentro de este, el simpático. «Todo el tiempo que estamos dándole vueltas a algo que nos preocupa, tenemos nuestro organismo en situación extrema: muscularmente experimentamos una fuerte tensión, nuestro corazón está acelerado, hiperventilamos… Y, al final, estamos literalmente agotados”, explica Álava Reyes.

Por su parte, el psicólogo José Elías, de Centro Joselias, subraya la importancia de definirlo como una reacción emocional, y no como un estado, que se produce ante acontecimientos que nos desagradan o proyecciones mentales sobre lo que está por venir.

“Hay que centrarse en el presente, que es lo único que se tiene y dejar de lamentándose por el pasado y aventurando con inquietud el futuro porque provoca un porcentaje altísimo de estados emocionales negativos y prescindibles».

Para Laura Palomares, psicóloga de Avance Psicólogos de España, todo tiene que ver con la necesidad de control. Y aunque existe la creencia de que adelantándose a lo que pudiera pasar se va a poder controlar una supuesta situación negativa, la realidad es que esa actitud tiene más inconvenientes que ventajas.

“Anticiparse negativamente a un acontecimiento solo nos lleva a padecer en todos los momentos que lo anticipamos. Y en muchos casos lo asombroso es que cuando sucede en la realidad, nos damos cuenta de que sufrimos mucho menos de lo que habíamos imaginado”, explicó Elías.

La célebre psiquiatra Marian Rojas lo resume en muchos de sus mediáticos discursos de una forma esclarecedora: “El 90% de las cosas que pensamos nunca, jamás, suceden. Pero tienen un impacto directo en nuestro organismo, en la mente, porque el cuerpo no distingue una amenaza real de una imaginaria”.

De la misma manera que se experimenta dolor innecesariamente, se puede aprender a dejar de hacerlo. Se trata de poner en marcha ciertas estrategias, desaprender algunas cosas y aprender otras, como vivir con cierta incertidumbre. “Cuando aparezcan estos pensamientos es importante seguir con nuestra actividad. Se trata de aceptar sin juzgar nuestros miedos, sin cambiarlos, y aprender a sostener la duda y lo que no podemos controlar”.

Otra acción de cambio pasa por utilizar el sentido común. “Nos ayudará a enfriar emociones extremas. Estamos aquí para aprender a ser felices, no para sufrir. La felicidad está en la superación del dolor y de los obstáculos que impiden disfrutar».

Articulos relacionados

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Sigue en contacto a través de

0SeguidoresSeguir
Lamoscanews.com Lamoscanews.com Lamoscanews.com Lamoscanews.com

Lo más reciente