Visitar a los abuelos al menos una vez al mes les alarga la expectativa de vida según un estudio británico que además explica cómo la interacción social está relacionada con la baja mortalidad.
Un estudio publicado este mes en la revista BMC Medicine comprobó que «la poca interacción social de adultos mayores con sus familiares aumenta las probabilidades de muerte frente a otro que sí presente esa interacción», reseñó El Tiempo.
En el estudio participaron alrededor de 450.000 personas de Reino Unido. Su diagnóstico se realizó por medio de dos medidas componentes funcionales: frecuencia de la capacidad de confiar en alguien cercano, y la soledad que presentaba.
Además, se tomó en cuenta con cuanta frecuencia los visitaban amigos, y familiares, y cuántas actividades en grupo a la semana hacían, y quienes vivían solos.
«Se utilizaron modelos de riesgo proporcional de Cox para examinar las asociaciones con la mortalidad por todas las causas y por enfermedades cardiovasculares (ECV)», señaló el estudio.
Al combinar todas las variables analizadas, el estudio encontró que los participantes que están aislados en todos los factores, tienen mayor riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares.
No es un dato menor que a nivel global, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), «uno de cada cuatro adultos no experimenta niveles de actividad física estables, que repercute en un alto riesgo en enfermedades que afectan la salud cardiaca, funcional y mental».
Las personas con sedentarismo prolongado están en aislamiento constante, lejos de amistades o interacciones sociales, que puede ocasionar problemas relacionados con la soledad en la que se encuentran inmersos.
La investigación publicada en el British Journal of Sports Medicine concluyó que las personas que realizaban más de 22 minutos de ejercicio al día presentaban mucho menor riesgo de sufrir complicaciones de salud.