Ante la inédita ola de delincuencia que conmociona a Suecia -hubo tres asesinatos las últimas horas y se registran tiroteos y atentados casi a diario- el primer ministro Ulf Kristersson convocó al jefe del Ejército para que las fuerzas armadas entren en escena y cooperen con la policía.
«Hasta el momento no está claro en qué forma participarían los militares, pero las propuestas anteriores se han centrado en que los soldados asuman las tareas de protección de la policía para liberar más recursos para la lucha contra la delincuencia», publicó AFP.
“Suecia nunca vio algo así”, dijo Kristersson en un discurso televisado a la nación. “Ningún otro país de Europa está viendo algo así”.
Analistas destacan que Suecia lleva años luchando contra la violencia de las pandillas pero el aumento de tiroteos y atentados en septiembre ha sido excepcional. La cadena sueca SVT señaló que los tiroteos elevan a 11 el número de muertos por violencia armada lo que lo convierte en el mes más mortífero desde que la policía comenzó a llevar estadísticas en 2016.
Al parecer los principales protagonistas de la guerra son dos bandas -una dirigida por un ciudadano sueco-turco con doble nacionalidad que vive en Turquía, y la otra por su antiguo lugarteniente-. Se disputarían drogas y armas.
