Las discusiones y desencuentros son completamente normales entre las parejas y a veces parece que esas disputas se convierten en un campo de batalla donde ambos quieren tener la razón y no resolver el problema. Para esas situaciones, existen tres reglas «claras y directas» para gestionar un conflicto de pareja
Escucha activa: Intenta entender a tu pareja, igual que te gustaría que ella lo hiciera contigo, desde el respeto y la escucha sincera. Ten en cuenta que cada uno tiene su personalidad, sentimientos, y madurez.
Comunicarse y discutir no es pelear: Comunicarse y discutir es algo enriquecedor porque puedes aprender muchas cosas de la otra persona, su punto de vista te puede resultar revelador. No intentes decir que no de entrada y mantén la calma en todo momento.
Centrarse en la solución del conflicto: Es lo más importante, ante todo, tu objetivo y el de tu pareja es llegar a una solución. Más allá de egos, ambos tenéis que remar en la misma dirección y hacer un esfuerzo por llegar a un entendimiento.
Según el portal snpsicologovalencia.es aunque las parejas sufran de celos, dudas, intereses opuestos, miedo a la pérdida, tristeza, falta de autoestima, falta de atención o falta de madurez hay que asumir las discusiones como un momento de alto para realizar acuerdos.
Por un lado, tenemos nuestro enfoque personal hacia la vida y como nos enfrentamos a ella, y por otro, debemos compaginar nuestra madurez personal con la de la otra persona.
«Negar los conflictos, pasar de puntillas, o dar la razón a la otra persona por miedo al conflicto, son conductas que a la larga, van a pasar factura», concluye la nota.