La Nochebuena es uno de los momentos más esperados del año y esta jornada previa a la Navidad reúne a las familias para celebrar simbólicamente la tradición cristiana del nacimiento del Niño Jesús.
Esta jornada, en la que millones de familias de todo el mundo se reúnen conmemora la Natividad de Jesucristo y augura buenos momentos se considera una «Noche Buena».
«Otro de los posibles motivos, y que está más relacionado con la actualidad, tiene que ver con la propia noche en sí. Esto se debe a los buenos momentos que se pasan durante las reuniones familiares, con el consumo de deliciosos alimentos, el canto de villancicos y otros elementos que hacen que esta jornada sea de lo más inolvidable, asegura una nota de CNN.
Hay una serie de elementos que forman parte de la tradición y que son pilares sobre los que se sustenta, no solo la Nochebuena, sino la Navidad en su conjunto: «El Nacimiento», el árbol de Navidad, El Niño Jesús y San Nicolás.
La decoración típica de luces, guirnaldas y adornos son también parte de estas fechas y sus orígenes no son religiosos.
Pero en la tradición pagana también se celebraba el solsticio de invierno, es decir el 24 de diciembre. Egipto y el Dios Ra son de los primeros en los que se basa esta tradición. En Roma las celebraciones duraban una semana -abarcaban entre el 17 y el 23 de diciembre- y se permitía la realización de todo tipo de excesos, dejando de lado las normas que había en la sociedad durante el año.
Por supuesto las costumbres han ido cambiando. En lo que a la religión se refiere, por ejemplo, en el siglo XVI se acostumbraba celebrar dos misas en Nochebuena, la de aguinaldo en la mañana y la misa de gallo a medianoche, ambas en honor al nacimiento de Jesús. Actualmente, se preserva la del gallo aunque la pandemia de COVID-19 también alteró ciertas costumbres que actualmente se están recuperando.
También, antiguamente, la Nochebuena era un momento para cantar villancicos, como una forma de arrullar a una criatura, en honor del Niño Dios que había nacido, una tradición que en gran medida se ha perdido. En cuanto a los regalos, se cree que es una práctica tomada de los romanos quienes en el festival de los Kalendas, el pueblo entregaba obsequios al emperador durante el solsticio de invierno en demostración de admiración.
Y como puede suponerse, a la última noche del año, el 31 de diciembre, se le conoce como Noche Vieja.