La seguridad en sí mismo, la experiencia y el tiempo libre en la madurez, hacen que el sexo sea muy placentero, contrario a lo que muchos puedan pensar.
«A medida que se envejece, se tiene más madurez emocional para reafirmar y explorar más lo que queremos Y es desde ese lugar que nuestra experiencia sexual se expande y podemos de hecho empezar a focalizarnos en qué es lo que nos da placer”, publicó la BBC citando a Mundo Catalina Lawsin, psicóloga clínica basada en EEUU.
Y a esto se suma el simple hecho de que, en la vejez, se suele contar con más tiempo libre y menos estresores en la vida diaria para darle espacio al sexo, señaló Natalie Wilton, terapeuta y trabajadora social con amplia experiencia en sexualidad en personas mayores.
“Si piensas en el típico adulto de mediana edad que tiene un trabajo a tiempo completo, niños, y cuida de otra gente, todo eso hace que su vida esté muy ocupada. Todo eso no queda fuera de la ecuación en la vida de los adultos mayores, con lo cual hay muchas buenas razones para que el sexo pueda mejorar con la edad”, aseguró Wilton.
Laura Carlsten, profesora de psicología de la Universidad de Standford, en EEUU, lo vincula a “la capacidad única de los humanos de reconocer nuestra propia mortalidad y monitorear nuestros propios horizontes temporales”.
“El sexo, a cualquier edad, tiene que ver con lo que pones de ti, tu actitud, así que si tu vida sexual no era buena antes de llegar a los 50, 60, o 70, no va a mejorar repentinamente”, aclaró.
El reportaje de Laura Plitt publicado en BBC reseño que un estudio sobre actividad sexual y satisfacción en mujeres mayores llevado a cabo en EEUU, por ejemplo, encontró que la mitad de las mujeres de alrededor de 80 años tenía orgasmos siempre o la mayoría de las veces durante una relación sexual.
A pesar de que con el paso de la edad aparecerán, sutiles y delicadas, las primeras arrugas y más tarde, se convertirán en surcos profundos, la verdad es que el envejecimiento también es un proceso de enriquecimiento y de nuevas posibilidades.
«En esta sociedad que rinde culto desmedido a la juventud, a la que la considera un valor en sí mismo, pasar la barrera de los 35 o 40 años es casi un delito. Es tan persistente y pernicioso que resulta muy fácil para nosotros aceptar esta falsa narrativa”, explicó Jemma Mouland, vicedirectora de investigación, impacto y voz del Centro para Envejecer Mejor, una ONG con sede en Londres, Reino Unido.
Dijo que la naturaleza es sabia y por eso al aumentar las arrugas, disminuye tu agudeza visual para verlas. Además, a esta edad empieza a importar menos lo que piensan los demás.
Y eso no es todo, ciertas habilidades que alcanzan su mejor momento no en la flor de la juventud, sino pasada los 30 o los 40 (como correr ultramaratones: según un estudio de 2020, el mejor momento para las mujeres es entre los 40 y 44 años, y entre los 45 y los 49 para los hombres).
«No es un dato menor que con anterioridad se pensaba que el cerebro alcanzaba su mejor momento alrededor de los 20 años, se estabilizaba cuando llegábamos a la mediana edad y luego comenzaba a decaer gradualmente», recuerda la BBC.
Sin embrago, de acuerdo a un artículo publicado en la revista de salud de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, con la edad, “el cerebro mejora a la hora de detectar relaciones entre diversas fuentes de información, capturar mejor el panorama más amplio, y entender las implicaciones globales de problemas específicos”, algo que sienta las bases de lo que se considera la sabiduría, un concepto típicamente asociado a la edad.
Según un estudio llevado a cabo por Michael T. Ullman, profesor del Departamento de Neurociencia y Director del Laboratorio de Cerebro y Lenguaje, de la Universidad de Georgetown, en EEUU y Joao Veríssimo, profesor asistente de Artes y Humanidades de la Universidad de Lisboa, en Portugal, hay dos funciones clave del cerebro que mejoran con el envejecimiento.
Una es una forma de atención llamada orientación, que involucra desplazar los recursos cerebrales a una ubicación particular en el espacio y la otra es la inhibición ejecutiva, que inhibe la información distractora o conflictiva, permitiendo que la persona se concentre en aquello que es importante.
“Eso es básicamente enfocarme en ti mientras conversamos, e ignorar la sonrisa de Joao”, le dice Ullman a BBC Mundo durante la conversación que los tres mantienen en zoom.
“Eso es algo que se pensaba que se deterioraba, y nosotros mostramos que mejora” insiste.
“Pero también hay otros aspectos de la cognición que mejoran”, añade, como por ejemplo “el vocabulario y la regulación emocional (la capacidad de controlar tus impulsos)”.
Pero eso no es todo: Dana Rosenfeld, gerontóloga social de la Universidad de Westminster, en Reino Unido, señaló en un artículo de The Conversation que, en principio, “la gente joven está expuesta a eventos más estresantes que las personas mayores” (como la reducción en los salarios o el desempleo). También, con la edad, dice: “tendemos a enfocarnos en los recuerdos e información positiva, y nos volvemos mejor en regular nuestras emociones”