Esta semana el presidente argentino Javier Milei podría abandonar el Hotel Libertador en Buenos Aires, donde se encuentra alojado desde octubre, para instalarse en la residencia oficial de Olivos, así lo aseguraron fuentes cercanas al mandatario.
«Todo el mundo se preguntaba por qué no se mudó a Olivos. Primero, algunas refacciones y acondicionamientos, pero menores, pero en realidad la causa fundamental era construir los famosos caniles para sus cinco perros, que no son pequeños, precisamente», detalló la periodista Liliana Franco, afiliada a La Nación+, en una tertulia televisiva.
Según Franco, el material necesario para el reforzamiento de los caniles es importado y requiere divisas que no han sido aprobadas por las instancias regulatorias.
«Desde el 10 de diciembre empezó este tema. Todavía estamos a 2 de enero, todavía no ha podido reforzar las paredes, para así poder ir con sus cinco hijitos de cuatro patas», sostuvo la comunicadora.
La divulgación de las posibles causas por las que el primer mandatario no se ha mudado a la residencia oficial, generó reacciones de rechazo en las redes sociales.
La mayoría de las críticas que se volcaron en las redes hacen referencia al contraste de las impopulares medidas de austeridad que ha promulgado y la solicitud de insumos importados para sus perros.
«Para los perros de Milei, caniles importados. Para nosotros, polenta. Y si protestamos, palos» fue uno de los mensajes que circularon en la red social X.
Otro usuario aseveró que Milei sigue en el hotel Libertador porque ahí no queda registro oficial de las visitas, por lo que podría usarlo para finiquitar alianzas en el inicio de su gobierno.
«Milei sigue en el hotel Libertador. Ahí tampoco está con sus perros. Entonces, ¿por qué no se muda a Olivos? Fácil, en el hotel no queda registro oficial de las visitas que tiene».
El presidente argentino ha reconocido un vínculo profundo con sus mascotas en distintas declaraciones. «Yo tuve momentos en mi vida muy, muy malos. Y los únicos que estaban a mi lado eran mi hermana y Conan. Ni mi hermana ni Conan nunca me traicionaron». Jamás. La lealtad con lealtad se paga», describió recientemente el presidente electo de Argentina, Javier Milei.
Conan era un mastin inglés y su muerte le causó tal tristeza que lo mandó a clonar en Estados Unidos. Obtuvo seis ejemplares, de los cuales uno murió al poco tiempo, según la investigación del biógrafo no autorizado Juan Luis González.
Conan alude al personaje de la novela “Conan el bárbaro”, de Robert E. Howard, y ese mismo nombre lo repitió con uno de los clones.
Los otros cuatro perros llevan los nombres de sus economistas más admirados: Milton, por Milton Friedman; Murray, por Murray Rothbard y Robert y Lucas, por Robert Lucas.