Al extraer una base de datos de ADN de unas 450.000 personas en el Reino Unido, un equipo de investigación llegó a la conclusión de que los genes que subyacen al comportamiento bisexual son distintos de los que impulsan el comportamiento exclusivo entre personas del mismo sexo «y puede estar entrelazados con una propensión a correr riesgos».
Esta conexión con la asunción de riesgos -prosigue el estudio publicado en Science Advances- puede explicar por qué los hombres con antecedentes de comportamiento bisexual tienen un número razonablemente alto de descendencia, aunque menos que los hombres heterosexuales, lo que posiblemente explique por qué los genes que impulsan dicho comportamiento sexual han persistido.
Sin embargo, los resultados del estudio han ocasionado diversas reacciones: unos lo consideran valiosos, otros critican datos subyacentes y, otros más, argumentaron que la investigación podría estigmatizar potencialmente a las minorías sexuales.
«El resultado de que la bisexualidad está ligada a comportamientos riesgosos -dicen algunos científicos- podría ser utilizado por otros para discriminar y perpetuar aún más narrativas falsas sobre las personas bisexuales», explicó el artículo.
El coautor del estudio, Jianzhi Zhang -genetista evolutivo de la Universidad de Michigan (UM)- respondió que la asociación entre el comportamiento bisexual y la asunción de riesgos “es una observación empírica”. «El medio ambiente juega un papel más importante que la genética en la determinación de este tipo de rasgos», dice Zhang.