Luego del accidente del avión de Alaska Airlines el pasado sábado, que sufrió una rotura del panel del fuselaje en pleno vuelo, se reveló que uno de los teléfonos succionados de la cabina del Boeing Co. 737, seguía funcionando luego de una caída a 5.000 metros de altura.
El iPhone de última generación cayó intacto, desbloqueado y con horas de batería restantes al margen de una carretera en Portland, Oregón, de acuerdo al usuario de X, Seanathan Bates, que protagonizó el rescate del teléfono.
Seanathan fue a dar un paseo, y para su sorpresa, debajo de un árbol al lado de la carretera, se encontró con un iPhone tirado. Al principio, pensó que podía ser un teléfono que alguien había tirado desde el coche, debido al aparente buen estado del teléfono.
Sin embargo, cuando lo tomó, la pantalla mostraba un correo electrónico de Alaska Airlines sobre la reclamación de equipaje para el vuelo. «Estaba bastante limpio, sin arañazos, debajo de un arbusto y no tenía bloqueo de pantalla», apuntó Bates.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte confirmó que se había encontrado un teléfono es una carretera y otro en un patio, señaló la presidenta de la Junta, Jennifer Homendy.
«Los examinaremos y luego los devolveremos a los pasajeros» apuntó Homendy, que afirmó que este descubrimiento les puede ayudar a encontrar en la zona correcta los restos del fuselaje. Aunque finalmente aparecieron en el patio trasero de un profesor de Portland.
La empresa Apple señala que sus productos se pueden dañar si se caen, sin embargo, en este caso la única pieza rota fue el cable del cargador, ya que la pantalla estaba en perfecto estado.
Y si bien los usuarios de iPhone habían perdido el miedo a que su teléfono se rompieran, y muchos ya no usan ni fundas ni pantallas protectoras debido a que Apple había mejorado la resistencia a caídas y golpes de sus dispositivos, nadie se esperaba que estos smartphones tuvieran tanto aguante.