La vicepresidenta iraní para asuntos de la mujer, Ensie Jazalí, adelantó que Irán estudia permitir que las mujeres conduzcan motocicletas, algo no permitido desde la instauración de la República Islámica en 1979.
“Estamos dando seguimiento al tema de la licencia para motocicletas para las mujeres”, dijo Jazalí y reprodujo la agencia local IRNA.
La vicepresidenta -la única mujer del Gabinete iraní- afirmó que es necesario cambiar la ley para permitir que las autoridades de tráfico emitan licencias de conducción de motocicletas para mujeres. “Hay que elaborar un proyecto de ley”, aseguró Jazalí.
Jazalí mencionó que se estudia también permitir que las mujeres trabajen como mensajeras motoristas en un futuro.
«Que las mujeres monten en bicicletas o en motocicletas puede extender la corrupción y por lo tanto está prohibido», afirmó hace años el líder supremo de Irán, Ali Jameneí.
Aunque la ley no prohíbe expresamente a las mujeres conducir una moto, sencillamente no se emiten permisos de conducción de ese tipo para las féminas, según explicó al diario Shargh el abogado Naim-Reza Nezami.
Sería llamativo que el Gobierno del ultraconservador presidente de Irán, Ebrahim Raisí, y con un también conservador Parlamento permitiese un cambio de tal calibre y permitiese que las mujeres condujesen motos por las calles del país.
Los derechos de las mujeres en el país persa ha sido muy discutidos en los últimos dos años, tras la muerte de la joven Mahsa Amini tras ser detenida por llevar mal puesto el velo islámico, lo que provocó unas fuertes protestas al grito de “mujer, vida, libertad”.
Muchas iraníes han dejado de usar el velo como formar de desobediencia civil contra la República Islámica, mientras que el Gobierno prepara una ley que podría castigar hasta con 10 años a las féminas que no se cubren el cabello.
En los últimos años se han alzado las voces de mujeres expresando su malestar con esta situación y de hecho la Federación de Motociclismo permite desde 2016 que motoristas femeninas usen los circuitos para entrenar y desde 2019 cuentan con su propia competición, a la que no pueden acudir hombres.