Las redes sociales -especialmente TikTok- han impulsado a los adolescentes a usar productos cosméticos para la piel. Esta nueva adicción en las niñas de doce años ya tiene un nombre: cosmeticorexia.
«Es un sinsentido que se han aficionado al uso diario de cosméticos para prevenir arrugas. Esta práctica no está libre de riesgos: su piel puede salir dañada y su autoestima también», advirtió un artículo publicado en El País.
Empecemos por definir a la cosmeticorexia como la adicción a la compra de cosméticos y los llamados «activos antiedad». Dermatólogas y expertas en belleza confirman que cada vez hay más casos y, sobre, todo entre menores de 18 años y explican que las necesidades de las pieles adolescentes no se corresponden con los efectos de los activos para las pieles maduras.
«Niñas de entre 12 y 17 años no dejan de utilizar y comprar productos y cosméticos para su piel adolescente que ven en redes sociales y quieren incorporar en sus rituales de skincare como ellas mismas los califican», detalló el texto.
Anastasia y Sunny, creadoras de la firma de belleza KOSS, se han encontrado en su boutique casos y aseguran que es cada vez más común ver a adolescentes buscar productos de belleza que se dirigen a adultas.
«Normalmente preguntan por cosméticos que se hacen virales y algunas de ellas compran sérums con retinol, con ácido hialurónico, una crema hidratante o un contorno de ojos», dijeron.
Y agregan que ven gente muy joven que asiste a los talleres porque han probado de todo y tienen problemas de piel como dermatitis, acné, sensibilización «y cuando nos explican lo que usan, la mayoría tienen retinol en su rutina y no lo necesitan».
La doctora Cristina García Millán, responsable de la Unidad de Dermatología Pediátrica del Grupo Pedro Jaén en Madrid España, denunció esta tendencia en las redes sociales y llamó a los organismos competentes a divulgar en las propias redes sociales lo pernicioso de esta práctica.
Además, resaltó la necesidad de inculcar los hábitos de higiene diaria de la piel con productos adecuados, así como la hidratación de la piel de la cara y del cuerpo y, por supuesto, «protegerse del sol, ya que las quemaduras solares que recibimos antes de los 18 años están directamente relacionados con el cáncer de piel».
Otro elemento a considerar es cómo cada vez poblaciones más jóvenes caen presas de campañas que las induce a compras compulsivas, en este caso, con un producto que no necesitan y, por el contrario, juega en contra de su salud.