Un padre fue acusado formalmente del asesinato de su hijo de cinco años, 34 años después de que se descubriera el cuerpo del niño.
Victor Lee Turner y su pareja Megan Turner fueron acusados de matar a Justin Turner en 1989, confirmó esta semana el sheriff del condado de Berkeley, Duane Lewis. Hace tres décadas, cuando se encontró el cuerpo del joven Justin, su padre, ahora de 69 años, fue filmado rompiendo en lágrimas y llorando desconsoladamente en imágenes que luego se trasmitieron en televisión nacional, reportó el diario The Mirror.
Pero ahora, él y su pareja de 63 años fueron acusados gracias al avance de la ciencia. Se reveló que los investigadores que indagaron en el trágico caso siempre pensaron que el niño de Carolina del Sur fue estrangulado por su padre y su madrastra, pero no había pruebas suficientes para respaldar esta teoría.
Sin embargo, ahora pudieron vincular fibras microscópicas encontradas en la camisa del niño con una ligadura encontrada en la casa de la pareja. El sheriff Lewis explicó: «El cuerpo del niño fue encontrado dentro de un armario en una caravana detrás de la casa de los Turner en marzo de 1989».
Las imágenes ahora famosas de Turner llorando lo muestran diciendo a la gente: «Mi hijo está ahí dentro», después de encontrar su cuerpo y salir de la caravana. Los investigadores pensaron de inmediato que la escena del asesinato estaba preparada y que la pareja fue sorprendida en mentiras sobre el niño subiendo al autobús escolar la mañana en que desapareció.
«Nunca subió al autobús, nunca llegó a la escuela», dijo el sheriff Lewis. «Porque lo habían asesinado. Y lo habían asesinado su madrastra y su padre, y lo dejaron en una caravana detrás de su casa».
«No puedo pensar en un asesinato más trágico y horrendo», agregó el sheriff Lewis. Dijo que el niño tenía marcas de ligadura en el cuello, lo que indica que fue estrangulado hasta morir.
Megan Turner fue acusada de asesinato poco después de la muerte del niño, pero los fiscales retiraron los cargos, con la condición de que podrían presentarlos nuevamente si surgían más pruebas. Los avances científicos y las pruebas recopiladas en 1989 resultaron ser el impulso que las autoridades necesitaban para presentar los cargos más recientes.
La coincidencia de las fibras de la ligadura encontrada en la casa poco después de la muerte de Justin con las de la camisa del niño fue clave para que la policía avanzara con su caso. El sheriff Lewis dijo: «Eso nos permitió vincular el arma homicida que creemos que se usó para estrangular a Justin con la ropa y la tela de su ropa en el momento de su muerte».
La policía sospechaba de los Turner desde el principio, no solo por la ligadura encontrada en su casa, sino también por su comportamiento evasivo. Otras pruebas potenciales incluyeron una autopsia que reveló que el joven solo había digerido parcialmente la cena de la noche anterior, algo que los investigadores pensaron que mostraba que lo habían matado poco después de comer.
La pareja afirmó que la última vez que vieron a Justin con vida fue a la mañana siguiente mientras lo preparaban para la escuela, desencadenando una gran búsqueda del niño. El cuerpo fue encontrado dos días después de que se informara su desaparición.
La actuación del padre
Mientras se llevaba a cabo un gran esfuerzo de búsqueda del niño, Turner entró en la caravana mientras era filmado por un equipo de televisión. Solo segundos después, salió diciendo que encontró el cuerpo del niño entre los numerosos armarios y cajones de la caravana, según declaraciones de los agentes.
Turner no verificó si Justin estaba vivo, en su lugar retrocedió y dijo que alguien lo había lastimado, según el comunicado. Más tarde le dijo a los investigadores: «Parecía muerto. Podía sentir que algo estaba mal con él. No lo toqué».
Antes de que se descubriera el cuerpo, un testigo dijo que Turner preguntó a un funcionario de la ley qué podría pasarle a un familiar que hubiera hecho daño al niño, según dijeron los agentes. Esto mostraba una «conciencia aparente» del destino de Justin, según la declaración.
Los Turner están detenidos sin fianza en la cárcel del condado de Berkeley después de ser arrestados en su hogar en el condado de Laurens, que está a unas tres horas en automóvil. Actualmente, no están siendo representados por abogados.
Desinterés sospechoso
El sheriff Lewis agregó: «Nunca recibí una llamada telefónica, ni una sola llamada telefónica, de su papá o su madrastra. ‘¿Qué están haciendo acerca de la muerte de mi hijo?’ Ni una. ¿Qué te dice eso?»
La prima de Justin, Amy Parsons, quien tenía ocho años en el momento de su muerte, estuvo en la conferencia de prensa y reveló que su familia sigue exigiendo justicia, incluida la madre del niño que ha fallecido desde entonces.
«Pongan a estas dos personas donde se merecen estar porque caminaron durante 34 años. Tuvieron libertad durante 34 años mientras nuestra familia sufría» dijo la mujer.
«Se suponía que debías cuidarlo, amarlo», dijo la Parsons en imágenes emitidas por WCBD. «Y en cambio, lo torturaron, lo maltrataron y lo asesinaron. Era su hijo» señaló.
El sheriff Lewis no proporcionó un cronograma para el caso. En cambio, dijo: «Espero y rezo para que Justin mire desde el cielo, regocijándose de que hoy haya algo de justicia. Todavía hay algo de justicia en este país».
Fuente: The Mirror