Una mujer de 20 años vive como una niña pequeña: juega con vegetales de juguete, usa chupones, juega con innumerables peluches y llama papá a su esposo: «me siento de cinco años» insistía Max, quien desató la controversia hace cinco años en un programa de televisión, junto a su pareja Johnny, quien tenía 31 años.
Ambos vivían una relación DDLG (papi dominante, pequeña niña en inglés), un subconjunto del mundo BDSM (que significa en inglés Bondage y Disciplina, Dominación y Sumisión, y Sadismo y Masoquismo), en el que una persona de la pareja se comporta constantemente como un niño, y el otro como su padre que impone normas, pero también cuida, protege y provee.
Aunque esta pareja aseguraba que no había un tono sexual en su relación, la DDLG es una práctica erótica que implica juego de roles, y quienes la practican insisten en que no se trata de pedofilia, porque quien hace de menor, es un adulto que ofrece previo consentimiento.
«En palabras de Peter Pan: no quiero crecer nunca. Soy un pequeña y Johnny es mi papá (…) tengo cinco años, lo cual me queda bien. Realmente nunca bajo ni subo más que eso. Eso es con lo que me siento cómoda. Eso es lo que me gusta» explicaba Max a las cámaras que la seguían a ella y a quién era su pareja.
Expertos señalan que DDLG no se trata solamente de hombres siendo «padres» de sus parejas, sino también de cualquier relación, heterosexual o no, en la que uno de los miembros asume el rol dominante y el otro es sumiso, asumiendo el papel de niño o bebé.
En el caso de Max, cuya historia se hizo viral en 2018 gracias a un programa de televisión, mientras está “pequeña” disfrutaba de saltar en los charcos cuando visitaba el parque con su muñeca Moana, que la empujen en el columpio, jugar con sus vegetales de juguete, jugar con todos sus peluches y muñecas Monster High, o que Johnny le leyera libros como Peppa Pig.
“Para intentar explicar este estilo de vida es como un libro para colorear donde ella me pasa las líneas y yo puedo rellenarlas con el color que quiera, básicamente” dijo Johnny mientras era seguido por reporteros Barcroft TV.
Frente a la controversia causada por las personas que dicen practicar el DDLG, en diferentes sitios web se incluyen una serie de «reglas» inalterables que todos deben seguir si quieren sumarse a este subconjunto de BDSM.
La web Lifeder señala en un artículo que «ambos deben ser mayores de edad y tener la madurez suficiente para desempeñar los roles. Es decir, la mujer no puede ser “una niñita” real ni menor».
Además insiste en que es «recomendable elaborar una especie de contrato o convenio donde se especifiquen los castigos o premios, y se establezcan los límites de la relación (eso que jamás debería suceder), y revisarlo de tanto en tanto para ajustarlo a la realidad».
Igualmente insiste en que la persona dominante no debe aprovecharse del otro, debe haber «comunicación honesta y abierta», tener una palabra de seguridad, y poder interrumpir la práctica en cualquier momento.
