Las redes sociales son parte del día a día de la sociedad moderna, especialmente de los jóvenes, quienes por primera vez en la historia de la humanidad dependen de la gratificación inmediata y aprobación permanente, lo que está afectando seriamente el funcionamiento e incluso la anatomía cerebral.
«Mi autoestima se vio afectada; hay una inmensa presión allí. Te comparas a ti misma, y no me gustaba cómo me estaba afectando», reflexiona Aitana Talens de 20 años, citada por el diario El País, quien reconoce su compulsión por estar conectada, especialmente desde hace un año, por lo que decidió cerrar todos sus perfiles y parar un poco.
«Buscas una validación social constante, pierdes de vista lo verdaderamente importante… durante mis viajes recientes, noté a mis amigos tomando fotos incesantemente y decidiendo cuáles publicar. ¿Realmente visitamos lugares para ver quién puede subir la mejor foto? Es difícil liberarse de esa inercia, pero no quiero vivir así» dijo la muchacha al medio español.
El malestar entre los jóvenes y su correlación plausible con el uso de la tecnología ha estado bajo escrutinio por académicos y profesionales de la salud durante una década.
El discurso científico sobre si los crecientes problemas de salud mental están directamente vinculados al uso de redes sociales aún no se ha resuelto definitivamente; se necesita más investigación.
Estados Unidos lidera la búsqueda de respuestas y responsabilidad por parte de estas plataformas. Las redes sociales están lejos de ser una tendencia pasajera, y es crucial entender sus implicaciones en la salud. Algunos estudios científicos ya han resaltado las posibles repercusiones cognitivas del uso excesivo en el cerebro.
En un estudio exhaustivo sobre el desarrollo neuronal de adolescentes y el uso de la tecnología, investigadores de la Universidad de Carolina del Norte (EEUU) informaron sobre una conexión entre el uso regular de redes sociales y alteraciones en los cerebros de jóvenes, afectando cómo responden al mundo que les rodea, refiere la revista especializada National Geographic.
La publicación de enero de 2023, disponible en la revista especializada en salud JAMA Pediatrics, sugiere que los niños y adolescentes que crecen consultando constantemente las redes sociales están desarrollando cerebros hipersensibles a las respuestas sociales.
Según los hallazgos del estudio, las plataformas de redes sociales proporcionan un flujo constante e impredecible de retroalimentación social en forma de «me gusta», comentarios, notificaciones y mensajes. Esto influye en cómo los jóvenes reaccionan a situaciones sociales reales.
Los resultados de la investigación, que siguió a 169 jóvenes de 13 a 17 años durante tres años, indicaron que los cerebros de los adolescentes que consultaban frecuentemente las redes sociales (más de 15 veces al día) se volvían neurobiológicamente más receptivos a las recompensas y castigos sociales.
El Uso Excesivo de Redes Sociales Puede Alterar la Anatomía del Cerebro
Otro estudio realizado por investigadores de la Universidad del Sur de California identificó cambios anatómicos en el cerebro asociados con la adicción a las redes sociales.
La investigación, que examinó a 20 usuarios de redes sociales con diferentes niveles de adicción, identificó cambios en los volúmenes de materia gris, es decir, la morfología cerebral, en regiones cerebrales específicas asociadas a la adicción.
El abuso de las redes sociales induce cambios anatómicos en el cerebro similares a los relacionados con otras adicciones, como sustancias y juegos de azar.