El primer paro general contra el presidente de Argentina, Javier Milei, congregó a miles de personas quienes se unieron en torno a dos ideas centrales: echar atrás la llamada Ley Omnibús y evitar el desmantelamiento del Estado.
Hay que recordar que el mandatario asumió el poder hace poco más de un mes y ya, sus medidas, dispararon la inflación hasta colarse en el primer lugar del planeta.
Mientras el nuevo Gobierno avanza con una mega ley en el Congreso y un decreto que impuso con centenares de medidas y ya entró en vigor, sindicatos, organizaciones sociales, políticos de la oposición y diversos grupos auto convocados se manifestaron en contra de los proyectos con los que Milei pretende arrogarse facultades legislativas especiales y desregular la castigada economía argentina, reseñó la prenda local.
La concentración y el paro de 12 horas fue impulsado por la Confederación General del Trabajo (CGT), la central sindical más grande de Argentina, y fue multitudinaria pese a que se va a descontar el día de paro a los trabajadores que participaron.
Los medios locales destacan la participación multitudinaria de miles de personas que se congregaron sobre la avenida de Mayo, una arteria del centro de Buenos Aires que conecta el Congreso con la Casa Rosada, sede del Ejecutivo.
La manifestación se encontró con un gran despliegue de fuerzas de seguridad. De hecho, el gobierno implementó desde diciembre un protocolo contra protestas, que amenaza con detenciones a los líderes sociales que corten calles y que hasta hacen pagar los “gastos operativos” de la policía a las organizaciones sociales que las convoquen.
En redes sociales, fueron publicados también videos de policías realizando controles en el transporte para buscar manifestantes.
Según los organizadores, la marcha que protestó contra las primeras medidas de Milei -devaluó la moneda más de 50%, impuso un decreto con más de 300 medidas y envió al Congreso una ley con más de 600 artículos- es la tercera protesta masiva contra el presidente y el primer paro convocado
¿La libertad avanza?
Por su parte, el Gobierno desestimó el alcance de la huelga y la manifestación. Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, consideró que el impacto de la medida es “mínimo” si se compara con el número de personas que “ha decidido ir a trabajar”.
“Me llegan imágenes de todo el país abierto y trabajando. A nosotros no nos acorrala nadie, menos una marcha de 40.000 personas. Son el 0,5% de ocho millones de trabajadores, no existe”, defendió.
Está previsto que Bullrich se reúna con Milei al final del día en la residencia presidencial para analizar los acontecimientos, según aseguró el portavoz presidencial, Manuel Adorni.