Al menos 112 personas fallecieron y más de 100 se encuentran desaparecidas en áreas densamente pobladas de Chile devastadas por incendios forestales, los más mortíferos en su historia reciente, que se desataron tres días atrás en la región de Valparaíso.
En Viña del Mar, ubicada a unos 120 km al noroeste de Santiago y una de las zonas más afectadas, los sobrevivientes recorrieron el domingo entre casas quemadas y calles llenas de escombros en cerros poblados tanto por familias de clase media como por asentamientos más precarios.
Una jubilada de 67 años, Lilián Rojas, relató que abandonó su casa al inicio del desastre y se dirigió al centro de Viña del Mar, perdiendo todo excepto su vestido rosa, que mostró diciendo: «Esto es lo único que me queda».
El domingo por la noche, el ministerio del Interior informó de 112 fallecidos, con 32 cuerpos identificados. Autoridades de Valparaíso pidieron acelerar la investigación de fallecidos debido al elevado número de personas reportadas como desaparecidas.
En Viña del Mar, la alcaldesa Macarena Ripamonti indicó que 190 personas seguían desaparecidas. Se implementó un nuevo toque de queda en áreas afectadas para facilitar las labores de ayuda y levantamiento de fallecidos.
Más de 30 incendios aún activos al tercer día de la crisis
Se ordenaron evacuaciones preventivas en áreas similares afectadas por la sequía. En la región de Valparaíso, con sus playas turísticas y producción vitivinícola, se desplegaron 17 brigadas de bomberos, 1.300 soldados y voluntarios civiles.
El subsecretario de Interior detalló que al menos 40.000 personas resultaron afectadas por la destrucción de viviendas, proyectando hasta 12.122 viviendas afectadas en Viña del Mar y 2.700 en Quilpué, otro epicentro del fuego.
Con información de DW
