El magnate Elon Musk decidió declararle la guerra a Walt Disney Co por medio de varios mensajes volcados en su red social X, con el alegato de que su política de contratación es racista y sexista.
El empresario anunció su voluntad de financiar las querellas de empleados de Disney que se sientan perjudicados por los criterios de empleo de la compañía de entretenimiento.
«Si fuiste discriminado por Disney y sus subsidiarias, simplemente responde a esta publicación para recibir apoyo legal», ofreció Musk en la red social X.
En su cruzada contra el emporio que fundó Walt Disney en 1923, Musk compartió un documento que recibió «de fuentes anónimas» de Disney, que calificó de «racismo y sexismo obligatorio e institucionalizado».
En el documento Disney exige a sus empleados el cumplimiento de varias áreas en materia de estándares de pantalla.
Por ejemplo, la mitad o más de los personajes recurrentes deben proceder de grupos subrepresentados, porcentaje que también afecta a personajes secundarios, los actores o la temática o narrativa representada, tanto de forma puntual como episódica.
Aparte de eso, Disney requiere que el 50% o más del productor o coproductores, así como de los equipos de guionistas, también se encasillen en estos colectivos de baja representación.
Además, se invita a que el director de casting sea de un grupo subrepresentado y no haya trabajado anteriormente en algún programa de Disney en ese cometido.
A finales del año pasado el dueño de Tesla decidió quitar de sus vehículos la aplicación de Disney, como una prueba de la escalada del conflicto.
Recientemente Musk le dio apoyo legal a la actriz Gina Carano, luego de ser excluida de la serie Madalorian en 2021, tras la publicación de tuits en apoyo al partido republicano de los EEUU.
El pasado martes, Carano expresó: «quiera manifestar mi más profunda gratitud a @ElonMusk y @X por darme la oportunidad de sacar a la luz mi caso».
Bob Chapek, ex CEO de Disney y Lucasfilm, publicaron en Twitter que Gina Carano «no está empleada actualmente por Lucasfilm y no hay planes para que lo esté en el futuro. Sin embargo, sus publicaciones en las redes sociales que denigran a las personas en función de sus identidades culturales y religiosas son abominables e inaceptables».