Durante el desalojo judicial de la residencia de Miles Harford, antiguo dueño de la funeraria y cremación Apollo en Denver, Colorado, Estados Unidos (EEUU), se detectó el cuerpo de una mujer fallecida y los restos incinerados de otras 30 personas.
Según el comandante de la policía de Denver, Matt Clark, las dificultades financieras llevaron a Harford a no poder llevar a cabo cremaciones en muchas ocasiones. Por tal razón, Harford entregó a familias desconsoladas las cenizas de personas no relacionadas en lugar de los restos de sus seres queridos, según publicó la prensa local.
Durante el desalojo, se descubrieron varias urnas provisionales, algunas vacías y otras conteniendo restos humanos, tanto en el espacio de acceso a la casa como en un camión de mudanzas y un coche fúnebre.
Se espera que Harford enfrente cargos por maltrato de cadáveres, falsificación de certificados de defunción y robo de pagos por cremación, entre otros.
Las familias afectadas se enfrentan a la cruda realidad de haber llorado las cenizas equivocadas de sus seres queridos.
«Este inquietante descubrimiento ha exacerbado la angustia de las familias que confiaron en Harford para hacerse cargo de los restos de sus seres queridos. Crystallyn Nunez, una cliente anterior, relató la lucha de su familia por obtener las cenizas de su abuelo y su padre tras su muerte en 2021. Sus repetidos intentos de comunicarse con Harford se encontraron con excusas. La familia recibió las cenizas con dudas sobre su autenticidad, dudas que han aumentado tras los recientes hallazgos» reporto la prensa local.
La reciente revelación subraya la urgente necesidad de una regulación más estricta para proteger los intereses públicos.
