Kristel Candelario, de 32 años, dejó a su bebé en una cuna durante 10 días mientras estaba de vacaciones en Detroit, Michigan y Puerto Rico. Al llegar, descubrió que su hija había muerto por falta de alimento.
La mujer de Cleveland, Ohio, es de nacionalidad ecuatoriana y dejó a su pequeña de 16 meses, Jailyn Candelario, sola y sin quien pudiese cuidarla en su casa.
«Cuando la mujer regresó de sus vacaciones, encontró a Jailyn inconsciente y llamó a la policía. Fueron las autoridades quienes encontraron a la bebé dentro de una cuna sucia con orina y heces: fue declarada muerta», reseñaron las autoridades locales.
La autopsia realizada por la Oficina del Médico Forense del Condado de Cuyahoga reveló que la pequeña murió de hambre y deshidratación severa.
El fiscal del condado de Cuyahoga, Michael C. O’Malley, anunció la declaración de culpabilidad y destacó la naturaleza inconcebible del caso. Subrayó que actos egoístas llevaron al trágico desenlace.
Se la acusó de cinco delitos: dos por asesinato, uno por asalto criminal, otro por homicidio agravado y uno por poner en peligro a un menor de edad.
En un comunicado de la Oficina del Fiscal del Condado de Cuyahoga se indicó que la mujer se declaró culpable de dos cargos, uno de asesinato con agravantes y otro por poner en peligro a niños.
