Un hombre en Florida tenía más de dos meses sintiendose mal y sangrando por la naríz sin ir al médico, cuando fue los doctores descubrieron que tenía 150 insectos vivos dentro de la nariz que se encontraban en etapa de larva.
El hombre no identificado se había sentido “mal” desde octubre, pero no fue hasta que se le hincharon la cara y los labios, el pasado 9 de febrero, que buscó ayuda en el HCA Florida Memorial Hospital.
“Empecé a tener hemorragias nasales, hemorragias nasales constantes«, refiere lacaraotave.com.
“Ni siquiera podía levantarme para ir al baño sin que me empezara a sangrar la nariz”, agregó a la vez que recuerda que las cosas se pusieron «realmente raras» en el hospital.
“Cuando fui a hacerme el examen, el médico dijo: ‘Veo movimiento’”, explicó el afectado y fue entonces cuando se asustó.
Explicación médica
El Dr. David Carlson, explicó a qué se debió la inflamación, «En cuanto al tamaño, hay variaciones, pero los más grandes eran tan grandes como la punta de mi meñique», recordó Carlson sobre las repugnantes plagas.
«Había ciertas larvas dentro de la nariz que corrían buscando lugares para alimentarse y otras que se habían enterrado en el tejido», explicó el galeno.
Carlson dijo que su equipo intentó eliminar los insectos con succión, pero cuando se obstruyó, utilizaron diferentes instrumentos para sacarlos.
First Coast News compartió imágenes gráficas del quirófano que muestran los espantosos insectos arrastrándose dentro de la cara del hombre y su extracción que le revuelve el estómago.
«Estaban justo contra la base de su cráneo, justo debajo del cerebro, si lo hubieran atravesado, podrían haberlo matado», advirtió Carlson.
Los insectos fueron enviados a un epidemiólogo para su identificación.
¿CÓMO LLEGARON ALLÍ LOS INSECTOS?
El propio paciente planteó la hipótesis de que los parásitos iniciaron su invasión después de manipular peces muertos.
«Sé que tengo que cambiar mi estilo de vida en lo que respecta al manejo del pescado», dijo el hombre a First Coast News.
“Antes me enjuagaba las manos en el río, ahora usaré limpiador para hacer un mejor trabajo y no tocarme la nariz ni la mano”, agregó.
Carlson dijo que en su dilatada carrera como especialista en oídos, nariz y garganta, no había visto un caso como este documentado en Estados Unidos.
