En un emotivo llamado a la inclusión, el sacerdote jesuita Gonzalo Rosas, conocido por su labor en la celebración de misas dirigidas a la comunidad LGBT en la Sagrada Familia, una imponente parroquia del barrio Roma en Ciudad de México, ahora encuentra una nueva motivación. Esta surge del reciente aval otorgado por el Papa para bendecir a parejas del mismo sexo, reseña AFP.
La cita en la Sagrada Familia se ha vuelto un punto de encuentro para la comunidad LGBT, donde el padre Gonzalo, quien lleva once años en la parroquia, ha liderado la celebración de eucaristías dominicales mensuales, replicadas en tres iglesias de la capital.
Durante el sermón, Víctor Rodríguez, junto a muchos otros fieles, expresa sentirse «excluido», recordando presiones que enfrentó en su adolescencia por su orientación sexual. Invita a la congregación a orar por aquellos que los rechazan, en un gesto de reconciliación y apertura.
Desde su llegada al templo en 2013, el padre Gonzalo se propuso conocer de cerca a la comunidad LGBT, encontrando «rostros nuevos» y diversidad sexual. Esta misión condujo a la formalización de las misas inclusivas, un proceso que contó con el respaldo de sus superiores, aunque no exento de controversia entre algunos feligreses.
La reciente autorización del Papa para bendecir a parejas del mismo sexo ha sido recibida con gratitud por parte de la comunidad LGBT, como un gesto de reconciliación y apertura por parte de la Iglesia. Aunque algunos consideran que es un paso pequeño, es visto como un avance significativo hacia la inclusión.
Vincent Schwahn, sacerdote anglicano retirado y casado con un mexicano, ve este avance como un hito en la lucha contra la homofobia, aunque critica las restricciones impuestas. Para él, todas las parroquias deben adoptar una postura inclusiva.
En medio de este ambiente de aceptación y celebración, la comunidad LGBT encuentra un espacio de reconciliación y pertenencia en la Iglesia, como lo refleja la experiencia de Regina, quien se define como persona no binaria y ha encontrado en estas misas una oportunidad para reconciliarse con su fe.
Así, en un contexto donde el respeto y la inclusión son los pilares fundamentales, la labor del padre Gonzalo y la apertura de la Iglesia hacia la comunidad LGBT marcan un paso importante hacia una fe más inclusiva y comprensiva en Ciudad de México, reseña AFP.