Un reciente informe sobre el estado mental en el mundo, divulgado por la organización estadounidense Sapien Labs el 4 de marzo, ha colocado a Brasil como el país más desafortunado de Latinoamérica en términos de bienestar mental.
Por su parte, y para continuar con las sorpresas, El Reino Unido ocupó la segunda posición en la lista de países con los niveles más bajos de bienestar mental entre su población, refiere RT.
La investigación, que evaluó el cociente de salud mental (MHQ, por sus siglas en inglés) de 500.000 participantes en 71 naciones, utiliza este índice para medir las capacidades cognitivas y emocionales de los individuos, ofreciendo una visión general del bienestar mental.
Según el estudio, República Dominicana, Sri Lanka y Tanzania encabezaron la lista de naciones con los niveles más altos de MHQ. Por otro lado, países como Uzbekistán, Reino Unido, Sudáfrica y Brasil mostraron los índices más bajos.
Británicos ansiosos y angustiados
El estudio también revela que alrededor del 35% de los encuestados británicos se sentían angustiados, en comparación con el 17% de los encuestados italianos, lo que posiciona al Reino Unido en el primer lugar en cuanto a los niveles de angustia de su población.
Sapien Labs sugiere que los cambios en los hábitos sociales y laborales podrían estar contribuyendo al deterioro del bienestar social, y señala que una mayor riqueza y desarrollo económico no garantizan un mejor bienestar social.
Los factores como la obtención temprana de teléfonos inteligentes, el consumo frecuente de alimentos procesados y la disminución de las relaciones familiares y amistosas podrían estar afectando el puntaje promedio del MHQ en países más ricos.
Frente a estos resultados, Gavin Haines, columnista del diario británico The Telegraph, escribió que oficialmente «el Reino Unido es la segunda nación más desdichada del mundo». El columnista destaca que las naciones occidentales ricas obtuvieron malos resultados en general en el estudio.
Haines también resalta que, a pesar de los retiros grupales para mantenerse firmes en un mundo caótico, en el Reino Unido «abundan las tensiones» vinculadas a problemas económicos y la calidad de los servicios de salud.
«Nuestros centros urbanos […] con sus tiendas tapiadas y personas que duermen en la calle, son una señal más de una nación en dificultades», enfatiza Haines, subrayando la necesidad de medidas para mejorar la situación en algunas ciudades británicas.
