Recientemente se pudo conocer la historia de Cody Ennis, un hombre de Mighigan, EEUU, que en un acto de amor dejó crecer su pelo para dárselo a su novia Hannah, que sufre alopecia desde los 7 años.
Desde 2018 la pérdida de pelo de la joven de 27 años se fue acelerando hasta que decidió rapar su cabello por completo y usar pelucas.
«Hace cinco años cuando mi cabello empezó a caerse comencé a verme enferma, así que simplemente me lo afeité todo”, confesó la joven.
En 2019 conoció a Cody, que para entonces tenía el pelo corto, pero a los seis meses de estar juntos se le ocurrió la idea de dejarse crecer el pelo para que Hannah pudiera confeccionar una peluca.
«No sé exactamente qué le hizo querer dejarse crecer el pelo por mí», apuntó Hannah.
Luego de varios años de estricto control capilar, el cabello de Cony llegó a medir 72 centímetros. Todas las noches dormía con el pelo recogido en trenzas y con un gorro de seda para ayudar a evitar que se rompiera.
En octubre del año pasado Cody se cortó el pelo para confeccionar la peluca para su novia, y la primera vez que Hannah la usó se convirtió en un momento inolvidable en su vida.
«Me sentí amada, mucho amor por él. Me hace sentir muy reconfortada y segura de saber que tengo a alguien en mi vida que está dispuesto a hacer un esfuerzo adicional e ir más allá», afirmó Hannah.
La alopecia androgénica femenina es la pérdida de cabello que va asociada a factores genéticos. En las mujeres, la incidencia no es tan pronunciada; lo que hace que este problema esté más invisibilizado.
Se estima que aproximadamente un 15% de las mujeres menores de 40 años sufre alopecia androgénica femenina. Una cifra que se eleva a casi a un 40% en mujeres menopáusicas.