En Japón, una emergencia sanitaria ha puesto en alerta a las autoridades y a la población en general debido a la rápida propagación de casos de infección por estreptococos hemolíticos, que ha cobrado una peligrosa relevancia en el país nipón.
Durante el año anterior, se registraron un alarmante total de 941 casos, pero la situación se ha agravado notablemente en los primeros dos meses de este año, con 378 nuevos casos ya confirmados.
La mayor preocupación de las autoridades es que la forma más grave y potencialmente mortal de la enfermedad estreptocócica del grupo A, el síndrome de shock tóxico estreptocócico (STSS), siga propagándose.
‘Si bien se considera que las personas mayores corren mayor riesgo, la cepa del grupo A está provocando más muertes entre pacientes menores de 50 años, según el NIID. De las 65 personas menores de 50 años a las que se les diagnosticó STSS entre julio y diciembre de 2023, aproximadamente un tercio, o 21, murieron’, informó el periódico Asahi Shimbun citado por The Gurdian
Según los informes de las autoridades sanitarias, se ha observado una letalidad del 30%, lo que significa que al menos un tercio de los pacientes afectados por pierden la vida.
La infección por estreptococo puede manifestarse de diversas formas, desde infecciones de garganta hasta casos más severos como la fascitis necrotizante, una enfermedad potencialmente mortal que afecta los tejidos blandos del cuerpo.
Además, esta bacteria puede desencadenar complicaciones graves, como la septicemia, que pone en riesgo la vida del paciente en cuestión de horas si no se trata adecuadamente.
Las autoridades sanitarias japonesas han lanzado una serie de advertencias a la población para que esté alerta ante los síntomas de la infección por estreptococo, que son:
- Fiebre.
- Dolor de garganta.
- Enrojecimiento de las amígdalas.
- Dolor al tragar.
- Inflamación de las amígdalas y ganglios linfáticos del cuello.
- Pequeñas manchas blancas, pus o leves puntos rojos en el paladar.
Esta bacteria se contagia a través de pequeñas gotitas de saliva, como el Covid o la gripe.
De forma general, una persona que ha estado expuesta a los estreptococos del grupo A tarda entre dos y cinco días en presentar síntomas, pero también hay personas infectadas asintomáticas, que aunque también pueden contagiar, lo hacen de una forma menos virulenta que aquellas que sí presentan sintomatología.
Algunos especialistas sugieren que el rápido incremento en el número de casos el año pasado podría haber estado influenciado por la relajación de las restricciones implementadas durante la pandemia de coronavirus.
En mayo de 2023, el gobierno japonés modificó el estatus del Covid-19 de la clasificación dos, equiparándolo legalmente a la gripe estacional, lo que implicaba que las autoridades locales ya no tenían la facultad de exigir a las personas infectadas que se ausentaran del trabajo ni de recomendar su hospitalización.
Esta acción contribuyó a que la población japonesa disminuyera su nivel de precaución, en un país donde las prácticas como el uso generalizado de mascarillas y la higiene de manos eran consideradas fundamentales para mantener relativamente bajas las tasas de mortalidad por Covid-19.