Esta semana la directora de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) Amy Pope, lamentó las declaraciones contra los migrantes en las campañas electorales de todo el mundo.
La estadounidense que se convirtió el año pasado en la primera mujer en dirigir la OIM, criticó a los políticos que culpan a los migrantes de todos los males de sus naciones.
«Ya sean las tasas de criminalidad o inflación, el desempleo o la inseguridad» afirmó Pope, y agregó que los migrantes son objetivos fáciles porque no votan.
En EEUU los temas migratorios forman parte central en la campaña electoral, y los políticos se valen de ellos para ganar voluntades entre los electores.
Donald Trump, el expresidente y candidato a la nominación republicana , alertó sobre una «invasión» en el sur de la frontera y alertó que varios migrantes que ingresan al país «no son personas».
Según la directora de la OIM, las declaraciones alarmistas «rara vez» se corresponden con lo que está sucediendo en realidad. «Los discursos y la realidad no tienen nada que ver».
Con respecto a EEUU, Pope aseguró que su principal preocupación es que las personas tengan derecho a solicitar asilo, lamentando que las posibilidades de utilizar otras rutas de entrada «seguras, legales y regulares» sean «insuficientes».
Recientemente la revista The Economist reveló recientemente que la inmigración ha participado en la recuperación de la economía estadounidense tras la pandemia de covid-19.
Pope aseguró que los países necesitan migrantes, y esta necesidad aumentará de manera significativa en los próximos años, por lo exhorta a los países la creación de rutas migratorias más seguras y legales.
Según los registros de la OIM, el año pasado 8.565 personas murieron en las rutas migratorias de todo el mundo en 2023, lo que representó el año más mortífero desde que se empezaron a tener registros.
