Este lunes el director ejecutivo de Boeing, Dave Calhoun, dijo que tiene la intención de renunciar a Boeing antes de que finalice el año, en medio de los problemas de seguridad de sus aviones.
«El mundo nos observa y sé que vamos a superar este momento para ser una mejor compañía», escribió Calhoun en una carta a los empleados en la que sostuvo que «la seguridad y la calidad son lo que anteponemos a todo».
La decisión de irse fue «100%» su elección, dijo Calhoun en una entrevista en CNBC. La compañía confirmó el anuncio y dijo que el ejecutivo permanecerá al mando hasta finales de 2024.
«Tenemos otra montaña que escalar. No evitemos lo que pasó con Alaska Air. No evitemos el llamado a la acción. No evitemos los cambios que necesitamos hacer en nuestras fábricas», dijo Calhoun.
El mes pasado la Agencia Federal de Aviación Civil (FAA) de EEUU le dio a Boeing un plazo de 90 días para presentar un plan sobre control de calidad, y le hizo un exhorto a comprometerse a una «verdadera y profunda mejora».
La empresa se encuentra en crisis luego de un accidente a principios de enero del modelo 737 MAX 9 de Alaska Airlines, en el que la cabina del avión se desprendió en pleno vuelo.
Aunado a esto, en los último cinco años Boeing se ha visto afectada por más de cinco años de problemas con sus aviones, incluidos dos accidentes fatales del 737 Max en 2018 y 2019 que mataron a 346 personas.
La salida de Calhoun también se produce en medio de críticas generalizadas hacia la compañía por parte de los directores ejecutivos de muchas de las principales aerolíneas del mundo de las que depende Boeing para comprar sus aviones.
Las aerolíneas están molestas tanto por la calidad de los aviones que reciben de Boeing como por el hecho de que Boeing no podrá entregar los aviones con los que contaban este año, ya que la demanda de pasajeros continúa aumentando a niveles récord.
La gigante estadounidense, United Airlines, que utiliza aviones Boeing para más del 80% de su flota principal, ha expresado su decepción por los problemas de calidad de Boeing y un retraso en sus entregas programadas.
En algún momento Boeing fue conocida como una empresa que anteponía la excelencia en ingeniería al desempeño financiero y producía aviones que eran el estándar de oro en la industria.
Los críticos de la compañía dicen que ese enfoque ha cambiado en los últimos 25 años, luego de la fusión de 1997 con el competidor McDonell Douglas por el cambio en el enfoque hacia el ahorro de dinero.