Una iniciativa que prohíbe la mayoría de los abortos después de 12 semanas de gestación se convertirá en ley en Carolina del Norte debido a que la mayoría republicana en la Asamblea General anuló el martes el veto del gobernador demócrata.
La Cámara de Representantes completó la segunda y última parte de la votación de anulación la noche del martes, después de que una proporción similar de tres quintas partes votó a favor de la anulación del veto horas antes en el Senado.
El resultado representa un importante triunfo para los líderes republicanos en el Congreso estatal, quienes necesitaron de todos los integrantes del partido para promulgar la ley ante la oposición del gobernador Roy Cooper.
Cooper vetó la medida el fin de semana, después de pasar la semana pasada en una gira por el estado para tratar de convencer a por lo menos un republicano de ratificar el veto.
Los republicanos han promovido la medida como un cambio intermedio a la ley estatal, la cual actualmente prohíbe casi todos los abortos después de las 20 semanas de embarazo, sin excepciones por violación o incesto.
La votación se produjo en momentos en que los derechos al aborto en todo el país se enfrentaban a otro cambio fundamental, ya que los legisladores sopesaban restricciones estrictas a la interrupción del embarazo en Carolina del Norte y Carolina del Sur, dos de los pocos estados del Viejo Sur del país, que aún tenían un acceso relativamente sencillo.
Nebraska era otro estado que debatía restricciones al aborto el martes, las cuales son posibles gracias a que la Corte Suprema federal invalidó el año pasado el histórico fallo de Roe vs. Wade de 1973, el cual establecía un derecho a nivel nacional a la interrupción del embarazo.
Según otro proyecto de ley que se someterá a votación el martes en la Cámara de Representantes de Carolina del Sur, el acceso al aborto quedaría casi totalmente prohibido después de las seis semanas de embarazo. El Senado del estado rechazó una propuesta para ilegalizar casi por completo el procedimiento.
El aborto está prohibido o severamente restringido en gran parte del Viejo Sur del país y actualmente está prohibido durante todo el embarazo en Alabama, Arkansas, Kentucky, Luisiana, Mississippi, Oklahoma, Tennessee, Texas y Virginia Occidental. En Georgia, sólo está permitido durante las seis primeras semanas del embarazo.
Hoy día, las Carolinas, Florida y Virginia son los principales destinos en la región para las mujeres que buscan un aborto legal. Florida tiene una prohibición que entra en vigor a partir de las 15 semanas del embarazo. En virtud de una ley reciente, eso se reduciría a seis semanas, a la espera de una decisión judicial. Más al oeste, las mujeres suelen viajar a Illinois, Kansas, Nuevo México o Colorado.
A nivel nacional, la prohibición al aborto durante todo el embarazo está en vigor en 14 estados.
Si las prohibiciones se convierten en ley en las Carolinas, aunadas a la restricción reciente en Florida, “sería simplemente devastador para el acceso al aborto en el (Viejo) Sur”, dijo Jamie Lockhart, directora ejecutiva de Planned Parenthood Advocates of Virginia.
Durante el debate en el Senado de Carolina del Norte, los republicanos señalaron que Cooper ignoró los 160 millones de dólares incluidos en la iniciativa que impulsarían el financiamiento destinado a incrementar los servicios anticonceptivos, reducir la mortalidad materna e infantil y brindar ausencia pagada por maternidad a maestras y empleadas del estado.
“Los residentes de Carolina del Norte que están viendo este debate están siendo testigos de objeciones exageradas y extremas de algunos demócratas”, afirmó la senadora republicana Vickie Sawyer. “Su enojo es que este proyecto de ley es convencional y una postura de sentido común ante un tema muy complicado”.
Los demócratas se enfocaron en los detalles de las reglas al aborto, los cuales —señalaron— impondrían barreras entre las mujeres y sus doctores, dejando a las embarazadas en peligro.
Y el límite de 12 semanas significa que las jóvenes tendrían alrededor de un par de semanas para decidir si un aborto es lo correcto, llevándolas a continuar con embarazos no deseados, señaló la senadora demócrata Natasha Marcus.
“Este proyecto de ley es una bofetada. Es un bozal en nuestras bocas y es una camisa de fuerza en nuestro cuerpo”, manifestó Marcus. Después de la votación en el Senado se podían escuchar gritos de “¡Qué vergüenza!” desde el exterior del recinto.
Manifestantes en contra del aborto que llegaron horas antes de la votación abarrotaron la galería del Senado de Carolina del Norte, y alrededor de 150 simpatizantes de la propuesta de prohibición sostenían pancartas idénticas de “Voten Provida”.
“Tantos republicanos han sucumbido ante la presión de todos los grupos que están simplemente llenos de odio y están impulsando cosas que van en contra de Dios”, dijo Sharon Dooley, una residente de Garner, Carolina del Norte, de 63 años.
En Carolina del Sur, el estancamiento se remonta a un periodo especial de sesiones celebrado el pasado otoño, cuando los representantes del estado que exigían una prohibición casi total no se reunieron para negociar con sus compañeros del Senado, que abogaban por una prohibición en torno a las seis semanas.
El estancamiento persistió incluso después de que la Corte Suprema del estado anulara en enero una ley anterior que prohibía los abortos una vez detectada actividad cardiaca en el embrión.
Esa decisión dejó el aborto legalizado hasta las 22 semanas de embarazo. El fuerte aumento de los procedimientos desde entonces ha irritado a los republicanos.
En tanto, los legisladores de Nebraska tenían previsto debatir una propuesta que prohibiría el aborto a las 12 semanas de embarazo. La propuesta se presentó después de que los legisladores rechazaran el mes pasado un proyecto de ley que habría prohibido el aborto tras la detección de actividad cardiaca en el embrión.
“Hoy marca el inicio del primer paso real de Carolina del Norte para convertirse en un estado provida”, dijo Tami Fitsgerald, directora ejecutiva de la Coalición de Valores de Carolina del Norte, de tendencia conservadora, después de la votación en la cámara baja.
Los republicanos del Senado dijeron que el gobernador Cooper ignoró los 160 millones de dólares incluidos en la medida que reforzarán la financiación para aumentar los servicios contraceptivos, reducir la mortalidad materna y de bebés y conceder licencia pagada de maternidad a empleadas estatales y profesoras.
Las nuevas restricciones a aborto, que entrarán en vigor el 1 de julio, prevén excepciones para casos de violación o incesto hasta las 20 semanas de embarazo y para las anomalías fetales “que limitan de vida” hasta las primeras 24 semanas. Continuará vigente una excepción actual para cuando la vida de la mujer embarazada esté en peligro.
AP