Es momento de que los residentes de la costa sureste de Estados Unidos se preparen para la temporada de huracanes en el Atlántico de 2023, la cual comienza oficialmente hoy.
Según los meteorólogos, se pronostica una temporada «casi normal», aunque Mike Brennan, director del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés), destacó en una conferencia de prensa el miércoles que nada es realmente «normal» cuando se trata de huracanes.
«Una temporada normal puede sonar bien en comparación con algunas de las temporadas de huracanes de los últimos años», comentó. «Pero no hay nada positivo en una temporada casi normal en términos de actividad de huracanes».
¿Será intensa la temporada de huracanes en el Atlántico en 2023? La incertidumbre es la palabra clave, según Brennan.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos pronosticó a finales de mayo que existía un 40% de probabilidad de que la temporada de huracanes de 2023 fuera casi normal, un 30% de que sea más activa de lo normal (es decir, con más tormentas de lo habitual) y un 30% por debajo de lo normal.
«Por lo tanto, esperamos una temporada intensa con entre 12 y 17 tormentas con nombre», indicó Brennan, agregando que entre cinco y nueve de ellas podrían convertirse en huracanes, y de esos, entre uno y cuatro podrían ser de categoría 3 o superior.
«Basta con que una sola tormenta impacte en tu área para que la temporada se vuelva intensa», señaló.
¿Qué novedades presenta esta temporada?
El NHC ha desarrollado un nuevo modelo de marejadas ciclónicas que, según Brennan, «ayuda a pronosticar estos eventos con 72 horas de anticipación a la llegada de la tormenta», lo que permite proporcionar información crucial a las autoridades de emergencia para salvar vidas y tomar decisiones sobre evacuaciones.
Además, los pronósticos de clima tropical se han extendido de cinco a siete días, lo que brinda a los residentes «una ventaja adicional» para tomar decisiones sobre evacuaciones antes de la llegada de una tormenta, afirmó Brennan.
¿Cómo afectará El Niño a la temporada?
El Niño es un fenómeno climático temporal en el océano Pacífico que ocurre cada cierto número de años y altera los patrones climáticos a nivel mundial.
Por lo general, el Atlántico experimenta una temporada más tranquila y con menos tormentas cuando coincide con El Niño. Esto se debe a que las aguas más cálidas provocadas por El Niño hacen que el aire más cálido sobre el Pacífico se eleve más alto en la atmósfera y afecta el cizallamiento del viento, lo cual puede desviar las tormentas.
Brennan enfatizó que existen otros factores que aumentan la incertidumbre sobre los efectos de El Niño, como temperaturas del mar excepcionalmente cálidas, flujos de viento en niveles bajos del este más débiles y una temporada monzónica africana más activa.
«Estos factores influirán en el transcurso de esta temporada de huracanes», señaló Brennan. «Desconocemos cómo se desarrollará la temporada».
¿Cuál es el papel de la FEMA?
La directora de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), Deanne Criswell, afirmó que su agencia trabaja para proteger a los habitantes de las zonas afectadas por huracanes al brindarles «la información crítica que necesitan» y facilitar el acceso a asistencia para la población.
Criswell mencionó que durante el verano no solo comienza la temporada de huracanes, sino también la de incendios forestales.
«Estamos en la temporada de eventos climáticos severos, pero como todos saben, ya no se trata solo de una temporada estacional de clima severo», subrayó.
¿Por qué los huracanes tienen nombres?
Los huracanes se nombran principalmente para evitar la confusión en caso de que ocurran dos o más sistemas de tormentas al mismo tiempo.
Estados Unidos comenzó a utilizar nombres femeninos para las tormentas en 1953 y posteriormente alternó con nombres masculinos a partir de 1978.
Existe una lista de nombres para la temporada de huracanes del Atlántico que se rota cada seis años. La lista puede repetirse en el futuro, pero algunos nombres se eliminan de la rotación, según el sitio web del NHC.
Los nombres de los huracanes en el Atlántico para 2023 son: Arlene, Bret, Cindy, Don, Emily, Franklin, Gert, Harold, Idalia, Jose, Katia, Lee, Margot, Nigel, Ophelia, Philippe, Rina, Sean, Tammy, Vince y Whitney.
Un nombre de huracán se retira de manera rutinaria si la tormenta causa tantas muertes y destrucción que sería inapropiado usarlo nuevamente. Sin embargo, no es responsabilidad del NHC retirar un nombre, eso corresponde al comité internacional de la Organización Meteorológica Mundial, que selecciona otro nombre para reemplazar al retirado.
Entre los nombres más recientes retirados se encuentran Ian, que azotó el suroeste de Florida como un huracán de categoría 5 en septiembre de 2022, causando vientos muy fuertes y una marejada ciclónica de hasta 4.5 metros (15 pies) de altura. Ian provocó la muerte de 156 personas en Estados Unidos, la mayoría en Florida, según un informe de la NOAA sobre el huracán.
Otros nombres retirados incluyen Katrina, Harvey, Charley, Wilma, Matthew, Michael e Irma.
¿Cuáles han sido algunos de los peores huracanes en Estados Unidos?
En agosto de 1992, el poderoso huracán Andrew azotó el sur de Miami, cruzó Florida y volvió a tocar tierra en Luisiana. Durante mucho tiempo, fue el huracán más costoso y devastador que haya afectado las costas estadounidenses, con alrededor de 65 muertes y daños superiores a los 27.300 millones de dólares de esa época. La tormenta de categoría 5 destruyó más de 65.000 viviendas.
El huracán Katrina, que golpeó la zona de Nueva Orleans como una tormenta de categoría 3 en agosto de 2005, sigue siendo uno de los huracanes más devastadores en Estados Unidos. Katrina dejó más de 1.200 muertos y causó daños catastróficos en la costa del Golfo de México.
El huracán Harvey azotó Luisiana antes de llegar a Houston como una tormenta de categoría 4 en 2017. Harvey causó graves inundaciones y dejó más de 80 muertos, incluyendo 50 en el área metropolitana de Houston.
Según la NOAA, Katrina y Harvey son los huracanes más costosos que han golpeado al país, con daños superiores a los 160.000 millones y 125.000 millones de dólares, respectivamente.
Con información de AP