El Madrid Open -uno de los torneos de tenis más prestigiosos del planeta fuera de los cuatro Grand Slams- fue señalado de sexista por la vestimenta de las recogepelotas en la cancha principal: con tops y faldas cortas.
Tras la reacción, y para las finales– el torneo terminó el pasado fin de semana con Carlos Alcaraz y Aryna Sabalenka como campeones individuales masculino y femenino, respectivamente- las recogepelotas se cambiaron las faldas por shorts largos, pero siguieron usando los tops.
“Es una forma feminizada de tratar a las chicas versus a los chicos que no se visten así”, dijo Pilar Calvo, portavoz de la Asociación de Mujeres en el Deporte Profesional, al medio español Público.
“Al final, es una forma de violencia machista que está tan extendida porque la gente ni se da cuenta», agregó.
Sin embargo, las críticas por el sexismo no se detuvieron ahí, ya que las jugadoras de la final de dobles femeninos de este domingo, acusaron a los organizadores de no permitirles hablar después del partido.
Trofeo sí, palabras no
Ni las ganadoras, Beatriz Haddad Maia y Victoria Azarenka, ni las perdedoras, la pareja estadounidense Jessica Pegula y Coco Gauff, dieron discursos de agradecimiento.
“No tuve la oportunidad de hablar después de la final de hoy”, tuiteó Gauff con una cara triste, mientras que Azarenka agregó que era “difícil explicarle a Leo (su hijo) que mamá no puede saludarlo en el trofeo ceremonia».
“No sé en qué siglo vivían todos cuando tomaron esa decisión”, agregó Pegula, según la BBC. «O cómo tuvieron una conversación y pensaron: ‘Vaya, esta es una gran decisión y no va a haber ninguna reacción en contra'» continuó.
La No. 7 del mundo y ganadora del año pasado, Ons Jabeur, calificó esto como algo «triste e inaceptable», y la excampeona de dobles de Grand Slam Rennae Stubbs lo tachó de «desgracia».
