Kendra Gail Licari asumió una identidad falsa y durante casi dos años acosó a su propia hija y al novio de esta. Luego, Licari acompañó a su hija a reportar el acoso a las autoridades. Hoy su caso llega a las pantallas.
El caso de Licari está siendo adaptado en una película original de Lifetime, confirma la cadena a People. La cinta denominada «Mommy Meanest», es protagonizada por Lisa Rinna y Briana Skye y se estrenó el sábado 11 de mayo en Estados Unidos.
El caso de acoso que sacudió a Michigan
El año pasado, Licari se declaró culpable de dos cargos de acoso a un menor y fue sentenciada a entre 19 meses y cinco años de cárcel, según The Morning Sun.
Los investigadores recopilaron 349 páginas de «mensajes despectivos, desmoralizantes y simplemente malos», y mensajes directos en redes sociales, dijo el fiscal del condado de Isabella, David Barberi, a Local 12.
Un ataque premeditado
Licari usó software que le ayudó a ocultar su ubicación y usó varios números con códigos de área que sugerían que los propios amigos de su hija eran los culpables de los mensajes, según la denuncia penal obtenida por el medio.
Barberi comparó esto con el «síndrome de Munchausen cibernético», diciendo que este tipo de acoso «parece ser el tipo de comportamiento donde haces sentir mal a alguien, o necesitas que estén en tu vida, debido a este comportamiento».
Un acos virtual sin razones claras
Debido a que el acuerdo de culpabilidad de Licari evitó un juicio penal, el motivo de la madre para atacar a su propia hija sigue siendo un misterio. Pero «Mommy Meanest» reimagina esas motivaciones.
En la película, la madre divorciada Madelyn – la versión ficticia de Licari, interpretada por Rinna – se siente reemplazada por el nuevo novio de su hija.
Así que, mientras su hija, Mia (interpretada por Skye), se prepara para ir a la universidad, Madelyn decide tomar las riendas. Es así como sofoca la independencia recién encontrada de su hija, con mensajes de texto degradantes.
Estos mensajes están diseñados para acercarlas mientras la madre protectora lanza su propia investigación sobre el acoso.
Sospechas que terminan en la revelación
Pero a medida que las amenazas cibernéticas aumentan, Mia comienza a sospechar la verdad inimaginable.
En la vida real, aunque la policía local no tenía los recursos necesarios para localizar al culpable, todo cambió con la intervención del FBI.
En poco tiempo, descubrieron que los mensajes provenían del teléfono de Licari, quien se derrumbó durante un interrogatorio. Allí admitió que estaba detrás de la campaña de acoso en contra de su hija.
“Cuando el caso llegó por primera vez a nuestra oficina, fue extraño y casi difícil de creer”, dijo el fiscal fiscal del condado de Isabella, David Barberi. Licari ha sido suspendida de sus labores como entrenadora de baloncesto en la escuela de su hija.
