Maurice Hastings, de 69 años, perdió la mitad de su vida en una prisión de los Ángeles tras ser acusado de un asesinato que no cometió.
Finalmente, el pasado miércoles fue declarado inocente luego de 38 años por un tribunal de Los Ángeles.
Hastings, fue puesto en libertad el pasado octubre, después que su condena a cadena perpetua fuera anulada gracias al esfuerzo conjunto de la Fiscalía del Condado de Los Ángeles y el Proyecto Inocencia de Los Ángeles, refiere RT.
La semana pasada los fiscales y los abogados de Hastings volvieron al tribunal para pedir que se le declarara no culpable, un hecho que se logró como una verdadera reivindicación.
Tras las pruebas, el juez William C. Ryan lo declaró «inocente de hecho», lo que significa que las pruebas demuestran claramente que no había cometido el crimen.
“Significa mucho. Estoy agradecido por la sentencia y por las disculpas. Todo ha sido maravilloso hoy”, declaró Hastings en rueda de prensa tras conocer la sentencia. “Estoy listo para seguir adelante con mi vida. Ahora mismo soy feliz”, dijo, refirió CNN.
El fiscal del distrito, George Gascón, cuestionó el hecho y aseguró que el hombre «sobrevivió a una pesadilla». Además, dijo que la decisión judicial limpiaría su nombre y allanaría el camino para que pudiera recibir una reparación por su injusta condena.
Hastings fue acusado del secuestro, violación y homicidio de Roberta Wydermyer en la ciudad de Inglewood, California, en 1983.
Tras jurar por varios años que era inocente, pidió en el año 2000 una prueba de ADN, pero fue denegada.
En el 2021, presentó una reclamación de inocencia a la Unidad de Integridad de las Condenas de la Fiscalía y las pruebas de ADN realizadas determinaron que el semen hallado en el cadáver no era suyo, sino de otro hombre que murió en prisión en el 2020.
Este caso ha causado conmoción en la opinión pública, quien cuestiona la actuación de las autoridades.
