Más de 1.000 litros por metro cuadrado de agua han caído en Grecia en los últimos días. A primera hora de este miércoles se han confirmado dos fallecimientos y tres personas desaparecidas por unas lluvias que la población califica de «desastre bíblico».
Una de las representantes del gobierno regional de Magnesia, en el centro de Grecia, Nancy Kapoula, explicó que se vive una «catástrofe sin precedentes».
Kapoula destacó la virulencia con la que baja el agua y el barro por algunas ciudades hasta el punto de que la localidad de Volos, la sexta más grande de Grecia, ha quedado llena de lodo.
Bulgaria y en Turquía
El mismo diluvio se ha vivido en Turquía donde al menos cinco personas han muerto y otras tres siguen desaparecidas, debido a las riadas que afectan a distintas partes del país, especialmente a la zona fronteriza con Bulgaria.
En Kirklareli, en el extremo noroeste de Turquía, se ha localizado un tercer cadáver, tras los dos encontrados ayer, de un grupo de 12 personas que quedó atrapado en un hotel y fueron arrastrados por la riada.
Seis personas fueron rescatadas y otras tres siguen desaparecidas. La riada arrastró varios bungalós y los seis supervivientes pudieron ser rescatados con la ayuda de barcos y de maquinaria pesada, informó la televisión turca NTV.
Además, dos personas han muerto en Estambul, a unos 220 kilómetros al norte, debido a las fuertes lluvias que han dejado miles de casas inundadas.
El valle de Sisli se halla a una decena de kilómetros al sur de la frontera búlgara y a menos de 20km del municipio de Tsarevo en Bulgaria, donde hoy también fallecieron al menos dos personas, al ser arrastrado su coche por una riada.
De igual manera en Bulgaria se ha confirmado la muerte de tres personas, cifra que puede aumentar porque continúa la búsqueda de al menos una persona más. La tormenta ha dejado carreteras impracticables, viviendas inundadas y cortes en el suministro eléctrico en este país.
Varias estaciones de metro de Turquía han quedado anegadas y un hospital se ha visto también muy afectado. Una docena de personas fueron rescatadas después de quedar atrapadas en una biblioteca.
El gobernador de Estambul, Davut Gul, ha indicado que en las últimas horas han caído tanta agua como lo que suele llover en dos o tres meses.