Ocho personas fueron víctimas de un tiroteo el sábado en Guayaquil, Ecuador, en medio de una nueva ola de violencia que ha marcado tres masacres en los últimos dos días en la ciudad, informó AFP.
Según la policía, el ataque ocurrió en el sector del Guasmo, en el sur de Guayaquil, cuando individuos armados a bordo de un vehículo abrieron fuego contra un grupo de personas alrededor de las 18:55 horas locales.
Dos personas murieron instantáneamente, mientras que varios heridos fallecieron más tarde debido a la gravedad de sus lesiones, tras ser trasladados a diferentes centros médicos para recibir atención. Actualmente, ocho personas más permanecen heridas y bajo resguardo policial.
Ecuador, anteriormente considerado uno de los países más pacíficos de América Latina, se enfrenta ahora a la creciente violencia de bandas criminales que compiten violentamente por el control de las rutas del narcotráfico.
Esta es una escalada preocupante en un país que ha visto un aumento significativo en la tasa de homicidios en los últimos años, pasando de 6 por cada 100.000 habitantes en 2018 a un récord de 43 en 2023.
En otro incidente reciente, dos personas fueron arrestadas por el secuestro y posterior asesinato de cinco turistas en una playa del suroeste de Ecuador. Los turistas, seis adultos y cinco niños ecuatorianos, fueron raptados por un grupo armado mientras se encontraban en un hotel en el balneario de Ayampe.
Los secuestradores, aparentemente vinculados al narcotráfico, confundieron a las víctimas con miembros de una banda rival y los sometieron a interrogatorios antes de asesinar a cinco de los adultos y abandonar sus cuerpos en una carretera cercana.
Estos trágicos eventos subrayan la grave situación de violencia y delincuencia que enfrenta Ecuador, incluso bajo un estado de excepción declarado por el gobierno en enero. A pesar de los esfuerzos por combatir la violencia, incluyendo la convocatoria de un referendo para consultar a la población sobre medidas más estrictas contra el narcotráfico y el terrorismo, la situación sigue siendo preocupante.