Un hombre alemán de 74 años, identificado como Gerhard T, está acusado de realizar castraciones en su propia casa en Erfurt, Turingia. Estos procedimientos, llevados a cabo en la mesa de su cocina o en su sofá, formaban parte de un fetiche sexual enfermizo.
Gerhard T enfrenta cargos por provocar lesiones corporales graves a sus clientes, a quienes cobraba más de 2.000 dólares por procedimiento, a pesar de no tener formación médica.
Descubrimiento y evidencia
La policía descubrió las actividades de Gerhard T después de que una de sus víctimas, gravemente herida, buscara ayuda en una plataforma de asesoramiento en línea. Entre 2015 y 2019, el acusado mutiló a ocho hombres.
En su casa, los fiscales encontraron platos quirúrgicos, tijeras, pinzas y un tubo de atadura, todos salpicados de sangre. Las pruebas forenses revelaron que la sangre provenía de varias víctimas diferentes. Informes locales indican que, además de cobrar por los procedimientos, Gerhard T también experimentaba placer sexual al realizarlos.
Procedimientos Judiciales
El juez Udo Tietjen, encargado del caso, dictaminó que las víctimas no serían nombradas en el tribunal para proteger su privacidad.
«No se pretende que el público sepa quién fue sometido a la amputación de sus genitales y cómo. Eso viola la esfera sexual y física de las víctimas«, afirmó el juez.
Este caso ha generado gran controversia y ha puesto en evidencia la necesidad de regulaciones más estrictas para evitar que personas sin formación médica realicen procedimientos tan peligrosos.
Fuente: The Mirror