El ministro de Finanzas de Alemania, Christian Lindner, anunció este miércoles que el gobierno de ese país adoptará una serie de medidas fiscales de un importe de 10.000 millones de euros en 2023 como una herramienta para contrarrestar los efectos de la inflación.
Los planes están contenidos en la Ley de Compensación por Inflación que, además de la desgravación fiscal, incluye la posibilidad de subir el importe de los subsidios familiares asignados; con estas medidas, Lindner espera que se beneficien 48 millones de alemanes.
El ministro destacó que, como gobierno, están en la obligación de actuar ante el alza de los precios, en especial, el alza de los precios de la energía. También se modificarán otros impuestos para evitar “el efecto multiplicador", que lleva a un contribuyente cuyo salario crece, a perder poder adquisitivo debido a la combinación de los efectos de la inflación y un cambio en la tasa impositiva aplicable.
En este sentido, el tipo impositivo máximo que es de 42%, parte de los 58.597 euros anuales, para el 2023 será de 61.972 euros y en 2024 a partir de 63.615 euros respectivamente.
“Que el Estado se beneficie del aumento de los ingresos fiscales en un momento en que la vida cotidiana se ha encarecido (…) no es justo y además es peligroso para la economía", admitió en un encuentro con los medios de comunicación.
Sin embargo, esta iniciativa del ministro de finanzas ha sido criticada por quienes creen que favorecen principalmente a las personas con mayores ingresos. En este punto, Lindner ha reiterado que las personas de bajos recursos que reciben ayudas para la vivienda, también se les pagará el costo total de la calefacción.
Actualmente la inflación del país europeo alcanzó 7,5% en julio, en retroceso con relación a junio, pero se mantiene en niveles nunca vistos debido al actual conflicto bélico en Ucrania.