Cada 24 de noviembre, los argentinos celebran el Día Nacional del Vino, una tradición arraigada en un país en el que sus habitantes consumen un promedio de 22 litros por habitante.
En el 2010, la entonces presidenta Cristina Fernández firmó un decreto declarando el vino como la bebida nacional y recién en 2013 cuando el Congreso de la Nación, respaldó la iniciativa empezó el gran convite.
Los argentinos lo consideran un alimento con raíz cultural que ya forma parte de su dieta local y es de consumo diario y lo producen con ritmo y sabor: son los quintos productores del mundo y los primeros en América del Sur.
Si bien, el país es considerado como una nación “rica en vinos” hay dos en particular por los que son más conocidos, el Malbec y el Torrontés.
El que más representa al país, es el Malbec, ya que tienen más de 43 mil hectáreas plantadas con esa variedad, utilizadas para producir vinos jóvenes aunque también funciona para hacer largas crianzas en barricas, al igual que rosados y espumantes.
En el caso del Torrontés, es mucho más común verlo al norte del país, es un vino blanco perfumado y producido exclusivamente en Argentina.
Ni siquiera en vinos, los argentinos se escapan del Mundial, ya que hay dos vinos de la región de Mendoza que fueron elegidos para venderse en bares, restaurantes y hoteles de Qatar durante la celebración de la Copa del Mundo, éstos son:
Luigi Bosca Los Nobles Malbec
La Linda Malbec.
El Ceo de la Bodega Luigi Bosca, explicó al momento de hacerse pública a información: "Nuestro Malbec fue elegido por la organización que se ocupa de todas las áreas de hospitalidad del Mundial, tanto dentro de los paquetes vip que se venden con las entradas como en los distintos eventos que se realizan en los hoteles. Somos el único vino argentino elegido que se servirá junto con vinos de otros países".
