La Justicia argentina condenó este jueves a penas de entre cuatro años de cárcel y cadena perpetua al excomandante de Institutos Militares, Santiago Omar Riveros, y otra docena de represores por crímenes de lesa humanidad, perpetrados en el centro militar de Campo de Mayo durante la última dictadura del país sudamericano.
Esta decisión marca un precedente como uno de los mayores juicios por delitos de esta causa en Argentina, perpetrados contra más de 300 víctimas.
Ubicado a 30 kilómetros de Buenos Aires, Campo de Mayo es el mayor centro del Ejército de Argentina que durante el régimen militar, entre 1976 y 1983, funcionó de forma clandestina como centro de detención y torturas.
Según los testimonios de los sobrevivientes y sus familiares, en el lugar se realizaron homicidios, secuestros, abusos sexuales, sustracción de menores, entre otros delitos de lesa humanidad.
Riveros, quién era la máxima autoridad de Campo de Mayo fue el primero en ser condenado a cadena perpetua. Los jueces analizaron las pruebas presentadas por la fiscalía, con las que se comprobaron crímenes como imposición de tormentos agravados y privación de la libertad.
Anteriormente, Riveros fue condenado a la pena máxima en otros juicios de crímenes de lesa humanidad al comprobarse la existencia de los “Vuelos de la muerte”, que despegaban desde Casa de Mayo con detenidos que luego eran arrojados vivos desde el aire al Río de la Plata.
El excomandante de 98 años escuchó el veredicto desde su casa donde cumple arresto domiciliario. También fueron condenados a cadena perpetua los integrantes de la Zona de Defensa IV, liderada por Luis del Valle Arce, Carlos Javier Tamini, Mario Domínguez y el ex jefe del área militar 420, Luis Sadi Pepa, entre otros involucrados.
Este dictamen llega tras tres años de audiencia; se entrevistaron más de 700 testigos, después que en el 2019, se diera a conocer toda la estructura de los centros de detenciones durante la dictadura militar.