El gobierno argentino ofreció ayuda a Uruguay, a través de su embajada, para enfrentar la crisis del agua y propuso enviar un buque de la Armada con una capacidad de 300 toneladas de agua y una planta potabilizadora móvil.
“La propuesta surgió como respuesta a un pedido de la Intendencia de Montevideo, que envió una carta a todas las embajadas con representación en Uruguay, según informó este jueves la revista uruguaya Búsqueda. Entre las notas que envió, mandó una al embajador de Argentina en Uruguay, Alberto Iribarne”, reseñan los medios argentinos y uruguayos.
Hay que recordar que Montevideo y sus alrededores son las zonas más afectadas por la sequía. El agua que llega a su población tiene altos niveles de cloruros y de sodio, por lo que sale de los grifos sólo agua salada.
La carta de respuesta argentina proponiendo la ayuda fue enviada el pasado martes. El embajador argentino informó la disposición de una planta potabilizadora móvil, con una capacidad de producción de 1.700 sachets de medio litro por hora, según la nota publicada.
“El buque con cisterna de 300 toneladas de capacidad de agua, provista por Agua y Saneamientos Argentinos (AySA). De éste, se podría sumar agua embotellada en tanques, sujeta a la disponibilidad de envases”, explica.
El Ministerio de Relaciones Exteriores uruguayo agradeció y aceptó el ofrecimiento aunque pidió aguardar para definir el momento. “En razón de la dinámica de la situación bajo permanente evaluación, hará conocer la oportunidad del mismo”, dice el documento
Además de la carta, hubo una conversación telefónica entre el presidente Alberto Fernández y su homólogo, Lacalle Pou. El mandatario uruguayo insistió en el agradecimiento y le dijo que la ayuda quedaba en espera, porque las lluvias de los últimos días permitieron apaciguar los efectos de la crisis.
Esa ayuda argentina sería canalizada a través de los Cascos Blancos.
Cabe destacar que, en los últimos días, llovió durante varias horas seguidas en Uruguay, algo esperado por las autoridades. Entre el 1° de julio y el 6° de julio, las precipitaciones fueron casi 50 milímetros en la cuenca del Río Santa Lucía, una de las principales fuentes del agua que llega a Montevideo y el área metropolitana (de la represa de Paso Severino).
“Las lluvias de las últimas horas son auspiciosas, aunque no lo suficientes todavía. Dejaron de bajar las reservas, que venían cayendo día a día”, dijo el viceministro de Ambiente, Gerardo Amarilla.
La reserva del embalse –fuente de agua dulce para las zonas afectadas– creció entre tres y cuatro centímetros, lo que se traduce en “varios miles de metros cúbicos de agua” que son un respiro para los próximos días”.
