En 1993, Inglaterra fue sacudida por un caso que dejó al país en shock. Denise Fergus salió de compras con su hijo de dos años, James Bulger, a un centro comercial en Merseyside, cerca de Liverpool. Mientras hacía un pedido en una carnicería, soltó brevemente la mano de su hijo, y en cuestión de segundos, James había desaparecido.
Las cámaras de seguridad captaron a dos niños llevándose de la mano al pequeño James. A pesar de los esfuerzos desesperados de Denise y su esposo Ralph para encontrarlo, dos días después, encontraron el cuerpo de James Bulger mutilado en las vías del tren, a solo 200 metros de una comisaría.
Los autores del crimen de James
La policía arrestó a Jon Venables y Robert Thompson, ambos de 10 años y se les juzgó como adultos por el secuestro, tortura y asesinato de James Bulger.
Este caso se convirtió en uno de los más horripilantes en la historia reciente del Reino Unido, en cuanto a asesinatos de niños.
Los detalles del crimen revelaron la crueldad con la que actuaron: golpearon y torturaron al niño, lanzándole piedras y ladrillos, y finalmente lo colocaron en las vías del tren para que su muerte pareciera un accidente.
El juicio y la condena
Durante el juicio, se conoció que Thompson actuó como el “cerebro” del crimen, mientras que Venables fue su cómplice.
Ambos niños provenían de hogares disfuncionales y con antecedentes de abuso. El 24 de noviembre de 1993, el jurado los encontró culpables del asesinato de James, y los condenaron a detención por tiempo indefinido hasta que se comprobara su rehabilitación.
Thompson y Venables cumplieron siete años en prisión antes de que los liberaran en 2001 con nuevas identidades, debido a la furia y las manifestaciones que su liberación provocó en toda Inglaterra.
El regreso de Jon Venables a la prisión
Jon Venables, sin embargo, no dejó de ser noticia. En 2008, lo arrestaron por posesión de drogas, y en 2010, lo condenaron nuevamente tras encontrarse en su computadora imágenes de explotación sexual infantil. Aunque salió en libertad en 2013, lo encarcelaron de nuevo en 2017 por el mismo delito.
En 2020, Venables solicitó una revisión de su libertad condicional, pero se la denegaron debido a su “interés sexual a largo plazo en niños e imágenes indecentes de menores de edad”, lo que llevó a las autoridades a concluir que su liberación representaría un peligro para la sociedad.