Según los especialistas dividir el día en tres bloques de ocho horas podría ser la clave para promover el bienestar físico y emocional al equilibrar el trabajo, el sueño y el ocio.
De acuerdo a la metodología 8-8-8 se puede aumentar la productividad en el trabajo y al mismo tiempo que se asegura un descanso adecuado y recreación en la vida personal, aunque hay que respetar las 8 horas asignadas a cada segmento.
De la lista, las ocho horas de sueño son las más importantes ya que garantizan mejoras en la salud y la concentración en las tareas difíciles del día siguiente. Por otra parte, no dormir lo suficiente puede causar malestar, lo que evita que disfrutemos de nuestro tiempo de ocio y esparcimiento.
El trabajo también debería tomar ocho horas, pero sabemos que a veces toma más tiempo del que debería. Por lo general esto sucede en el trabajo de oficina, ya que no se cuenta el descanso de almuerzo y el tiempo de traslado que toma.
La psicóloga Sara Navarrete explicó en que la clave consiste en optimizar el periodo de trabajo centrándose en las labores que impliquen una mayor dedicación. «Con el simple hecho de aprender a distribuir las horas del día en estos tres grupos ya habremos conseguido un gran paso», detalló.
Sin embargo, las personas que trabajan desde casa no tienen ese problema, mientras que otras trabajan en emprendimientos personales, tienen su propio ritmo.
Con respecto al ocio y el entretenimiento, es donde aparecen los problemas porque no siempre tenemos este tiempo completo ya que este tiempo se divide entre las horas extra del trabajo o de las responsabilidades del hogar.
Esto hace que sintamos que no dedicamos tiempo suficiente al ocio y entonces le robamos horas al tiempo del sueño. A partir de este momento inicia un pernicioso circulo vicioso.
Lo primordial en lo que respecta al ocio, no son tanto cumplir con las ocho horas, sino desconectar al 100% dedicándose a la realización de diferentes actividades, como practicar deporte o dar un paseo.
«Nuestra mente y nuestro cuerpo necesita descansar, no sólo durmiendo, sino cambiando de actividades», declaró
Es por ello que es importante aprender a aprovechar los momentos libres del día. Por ejemplo, en ocasiones no sentarnos una hora en el celular a revisar las redes sociales, cuando en realidad podríamos dar un paseo para desconectarnos de la tecnología, quizás leer un libro o salir con amigos como parte de una recreación sana.
Es posible que la regla 8-8-8 no se aplique con rigor en todos los casos, es por ello que surge la necesidad de afinar nuestras rutinas sin menoscabar las valiosas horas de sueño.
