AstraZeneca, la compañía farmacéutica detrás de una de las vacunas contra el covid19, admitió que su producto puede causar trombosis, como un efecto secundario poco común que podría desencadenar en un pago legal multimillonario, según documentos judiciales citados por el medio británico The Telegraph.
El Síndrome de Trombosis con Trombocitopenia (TTS), puede provocar la formación de coágulos sanguíneos y una reducción del número de plaquetas en la sangre.
AstraZeneca está siendo demandada colectivamente por personas afectadas en el Reino Unido, quienes alegan que la vacuna causó muertes y lesiones graves en varios casos.
AstraZeneca admite pero asegura que son «casos muy raros»
En una declaración reciente, la compañía farmacéutica reconoció: «Se admite que la vacuna AZ puede, en casos muy raros, causar TTS. Se desconoce el mecanismo causal. Además, el TTS también puede ocurrir en ausencia de la vacuna AZ (o cualquier vacuna)» cita el diario El Financiero.
Uno de los casos más destacados es el de Jamie Scott, quien sufrió una lesión cerebral permanente después de desarrollar un coágulo de sangre y una hemorragia en el cerebro tras recibir la vacuna en abril de 2021.
Su caso, junto con otros 51 presentados ante el Tribunal Superior, ha generado una demanda colectiva por un valor estimado de 100 millones de libras esterlinas (más de 125 millones de dólares), según informa The Telegraph.
OMS también reconoce que AstraZeneca puede generar trombosis
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido la aparición de este efecto secundario muy raro asociado a la vacuna de AstraZeneca. En un comunicado de junio de 2022, la OMS declaró: «Se ha notificado un nuevo tipo de evento adverso muy raro, conocido como síndrome de trombosis con trombocitopenia, tras la administración de esta vacuna».
A pesar de estos riesgos, la OMS ha reiterado que la vacuna de AstraZeneca es segura y efectiva para proteger contra la covid-19, destacando que los beneficios superan ampliamente los riesgos. La organización señala que los efectos adversos se clasifican según su frecuencia, y el TTS se considera un efecto muy raro, ocurriendo en 1 de cada 10.000 personas usuarias.
