AstraZeneca ha anunciado de forma voluntaria la retirada mundial de su vacuna contra el covid-19, días después de solicitar a la Comisión Europea que se dejara de comercializar en Europa, siendo efectiva desde este martes.
Retiro por «razones comerciales» y efectos secundarios
La compañía afirma que la retirada se debe a «razones comerciales» y a un «excedente de vacunas disponibles». Sin embargo, coincide con la admisión por parte del laboratorio de efectos secundarios, como la trombosis, en «casos muy raros».
Esta declaración forma parte de un documento presentado ante la justicia británica, en el marco de una demanda colectiva contra la farmacéutica por los efectos secundarios de su vacuna.
Demandas y casos de efectos secundarios
La demanda colectiva recoge los casos de 51 víctimas y familiares que reclaman hasta 100 millones de libras a AstraZeneca por daños y perjuicios. La compañía británica no reconoce daños causados por su inyección, pero admite que «puede, en casos muy raros, causar trombosis», informó ABC.
Efectos devastadores en «pequeño número de familias»
Abogados de los denunciantes argumentan que la vacuna, desarrollada junto con la Universidad de Oxford, «ha tenido un efecto devastador en un pequeño número de familias».
Uno de los primeros casos en ser judicializados fue el de Jaime Scott, quien ha quedado con una lesión cerebral permanente después de recibir la vacuna de AstraZeneca en abril de 2021, según informes de Ep.
Respuesta de AstraZeneca
En mayo de 2023, AstraZeneca respondió judicialmente que no aceptaba la tesis de que el caso de Scott hubiera sido causado por su vacuna.
Mientras tanto, continúan los litigios y debates sobre la responsabilidad de la farmacéutica en los daños causados por su inyección.
