Este lunes murieron 10 policías y 12 resultaron heridos cuando un atacante suicida embistió a un camión policial en la provincia de Baluchistan al suroeste de Pakistán, así lo informó AP.
Hasta ahora ningún grupo se ha atribuído la autoría del atentado, aunque se especula que pudieran ser los separatisats baluches o los milicianos locales, que anteriormente han perpetrado ataques similares.
«El atacante suicida conducía una motocicleta y golpeó el camión por detrás», detalló a AFP Abdul Hai Aamir, un oficial de la policía local de Dhadar, distrito de Kacchi, donde se produjo el atentado.
Los agentes policiales estaban en servicio a bordo de una patrulla cuando se produjo el ataque, los heridos fueron trasladados en helicóptero a un hospital cercano. Ocho de los heridos se encuentran en estado de gravedad, lo que podría agravar el balance de muertos, según indicaron las fuentes.
Los agentes fueron enviados a la localidad de Sibi, a unos 150 kilómetros al este de Quetta, para resguardar una importante feria agrícola que marca el inicio del verano. Este es considerado el peor ataque contra las fuerzas de seguridad pakistaníes en los últimos meses.
El año pasado un atacante embistió la caravana de seguridad del presidente Arif Alvi, que dejó cinco muertos. Alvi no se encontraba en la caravana. Sin embargo, milicianos del grupo ISIS reivindicaron el atentado.
El primer ministro pakistaní, Shahbaz Sharif, condenó el atentado, que consideró parte de los planes malignos de sus enemigos para desestabilizar Pakistán: “Los terroristas que realizan estos ataques son el enemigo de Pakistán” dijo. Asimismo, el primer ministro señaló que los atentados no afectarán la determinación de la policía.
Baluchistán es la provincia más extensa, pobre y menos poblada del país, y es fronteriza con Afganistán e Irán. Desde hace varios años es escenario de violencia étnica, sectaria y separatista.