Un tribunal austríaco ha aprobado el traslado de Josef Fritzl, condenado en 2009 por encerrar y violar a su hija durante 24 años, desde un centro psiquiátrico a una prisión convencional.
La decisión, basada en un informe pericial que señala su demencia y deterioro físico, rechazó su liberación, argumentando el «energía criminal sin precedentes» en sus delitos.
Un paso hacia la cárcel
El traslado de Fritzl, quien cambió su apellido a Mayrhoff, desde el centro para delincuentes con problemas mentales es considerado «un primer paso» por su abogada, Astrid Wagner, hacia su posible liberación.
El tribunal descartó la petición de liberación debido a la gravedad de sus crímenes, aunque reconoció su deterioro físico y mental.
Los detalles del caso
En abril de 2008, una joven de 19 años ingresó al hospital en Amstetten, Austria, revelando un caso de incesto. La investigación llevó al arresto de Fritzl, quien había mantenido encerrada a su hija Elisabeth durante más de 24 años.
Elisabeth fue víctima de abusos desde niña y, tras intentar escapar, fue encerrada en un sótano por su padre, quien la violó sistemáticamente y con quien tuvo siete hijos.
Un encierro sin descubrir
Ni la madre ni los hermanos de Elisabeth, que vivían en la misma casa, supieron del cautiverio durante casi 25 años. Fritzl amenazaba con gas si intentaban escapar.
De los hijos nacidos, tres fueron criados por Fritzl fuera del sótano, y otros tres permanecieron encerrados con Elisabeth, reportó el diario El Tiempo.
Condena y revelaciones
Fritzl fue arrestado en 2008 y, tras pruebas de ADN, se confirmó la paternidad de los hijos de Elisabeth.
Durante el juicio, Fritzl admitió los crímenes y fue condenado a cadena perpetua, revelándose además delitos sexuales anteriores.