Las delegaciones de Rusia y de Ucrania alcanzaron en Estambul, capital de Turquía, y bajo el auspicio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), un principio de acuerdo para liberar las exportaciones de cereales, bloqueados por Rusia, desde el mar Negro.
En las negociaciones, que se extendieron durante tres horas, la partes pactaron desplegar un centro de coordinación en Estambul y realizar controles coordinados en los puntos de salida y destino de los puertos, garantizando la seguridad de la navegación en las rutas de traslado de los alimentos.
Uno de los mayores obstáculos para alcanzar este acuerdo es el férreo control ruso sobre los barcos que navegan hacia Ucrania donde son minuciosamente revisados para asegurarse que los mismos no transportan armas.
El secretario general de la ONU, António Guterres, se mostró optimista frente a la posibilidad de lograr un compromiso que daría estabilidad al sistema alimentario mundial. “Se trata de un paso decisivo”, resaltó desde la sede de la organización en Nueva York.
No obstante, Guterres señaló que queda pendiente concretar el acuerdo y advirtió que, si bien las partes mostraron su capacidad de comprometerse en un diálogo constructivo, aún queda un largo camino para la paz.
Ucrania, uno de los mayores productores de cereales, tiene retenido cerca de 20 millones de toneladas de trigo y semillas de girasol que no pueden salir a los mercados internacionales.
Si se logra este acuerdo, la ONU y Turquía supervisarán la exportación de estos alimentos.
En este sentido, el presidente Volodímir Zelenski insiste en un desbloqueo total de los puertos marítimos ya que la capacidad de transporte a través de los puertos del río Danubio, el ferrocarril y los puntos de control por carretera hacia la frontera occidental no es suficiente.
La escasez mundial de esos productos está agravada además por la escasez de fertilizantes rusos que se han dejado de exportar tras iniciarse el conflicto bélico.