Este fin de semana quedó identificada la razón que causa la neumonía bilateral en Argentina: se trata de una bacteria conocida como Legionella que se transmite por vía inhalatoria a través del agua o aire acondicionado.
Aunque sus características pueden ser similares, la Covid-19, la gripe, la influenza y la hantavirus habían sido descartados como causa desde los primeros momentos de la aparición de la enfermedad.
Hasta este sábado, la enfermedad contabilizaba entre 11 personas contagiadas en una clínica de la norteña provincia de Tucumán, de los cuales 5 ya han muerto, según informó la ministra de Salud, Carla Vizzotti.
"El agente etiológico causante del brote de neumonía bilateral es legionella", dijo Vizzotti en rueda de prensa. "Se está tipificando el apellido de la bacteria, aunque es posible que sea (legionella) pneumophila", refirió.
Determinó, que la bacteria provoca la enfermedad del legionario, un tipo de neumonía atípica muy grave con fiebre e infección pulmonar aguda. Se encuentra en ambientes de agua dulce, como lagos y arroyos y se puede propagar a través de los caños de agua o en los ductos del aire acondicionado.
No es una bacteria que se contagie de una persona a otra.
El brote comenzó en el mes de agosto en una clínica privada de Tucumán, a 1.300 kms al norte de Buenos Aires, entre el personal de salud, con enfermos que presentaron los primeros síntomas.
Una vez determinada la causa se están tomando medidas, aseguró la ministra.
Asimismo, agregó que las autoridades sanitarias evalúan las medidas a tomar "para mejorar esa situación y que se pueda volver a utilizar el centro de salud para internación de personas, sin ningún riesgo", agregó.
La ministra también llevó tranquilidad a la ciudadanía al indicar que esta bacteria tiene un tratamiento antibiótico aunque agregó que genera una resistencia importante en personas de riesgo y que la identificación de la misma se conoció en una semana de manera oportuna por sus características particulares.
Las personas con mayor riesgo de contagio son aquellas mayores a los 50 años de edad, fumadores o personas con enfermedades pulmonares, personas con un sistema inmunológico débil y aquellas con alguna enfermedad crónica.
La gravedad de la enfermedad va desde una tos leve hasta una neumonía grave. La muerte ocurre por neumonía progresiva acompañada de insuficiencia respiratoria y/o conmoción e insuficiencia multiorgánica.
Según ha dicho la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa de mortalidad por legionelosis depende de la gravedad de la enfermedad, lo apropiado del tratamiento y el entorno en el que se contrajo la infección.
Un ejemplo de ello es que la enfermedad es más grave en pacientes inmunodeprimidos donde la tasa de mortalidad puede llegar a situarse entre un 40% y un 80%, aunque se puede reducir de 5% a 30% mediante el tratamiento apropiado. En términos generales, la tasa de mortalidad oscila entre un 5% y un 10%.
