El primer presidente de izquierda en la historia colombiana, Gustavo Petro, ha tenido aciertos y desaciertos en sus primeros días como mandamás en la Casa de Nariño: reforma al sistema fiscal, paz total, renovación de Fuerzas Militares y normalización de relaciones con Venezuela Vs. una importante devaluación del peso frente al dólar, y vacantes en cargos importantes.
Analistas colombianos y extranjeros subrayan, en primer lugar, que el mandatario ganó las elecciones con un programa basado en importantes cambios y reformas y, algunas de ellas, apenas empiezan a esbozarse.
Mauricio Jaramillo, profesor de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario, considera que la llamada “paz total” – la propuesta de incluir en el mismo proceso a guerrilleros y narcotraficantes– es uno de los aciertos en sus primeros 100 días como presidentes.
Además, la normalización de las relaciones con Venezuela, que entraron en crisis en 2019 cuando Iván Duque reconoció como “presidente” a Juan Guaidó.
También destacó que Petro renovó las cúpulas de las Fuerzas Militares y la Policía (pasó a retiro a 23 generales), nombrando solo personal sin acusaciones de corrupción o violaciones de derechos humanos.
Otro logro en sus primeros días de gobierno ha sido el avance en la reforma tributaria prometida en elecciones: ya el Senado y la Cámara de Representantes del Congreso aprobaron el proyecto de ley que busca darle prioridad a la educación y la salud públicas, reduciendo los beneficios tributarios a los sectores de mayores ingresos.
Finalmente, también ha logrado, por ahora, sortear los problemas que tiene en materia de construir gobernabilidad en el Poder Legislativo, y construir mayorías.
Aunque aún no es un logro, hay que destacar que, a nivel internacional, el nuevo gobierno colombiano se ha posicionado como líder latinoamericano del giro verde. Ahora busca abandonar paulatinamente el uso de combustibles fósiles.
Carlos Medina Gallego, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Colombia, destaca como uno de los traspiés la devaluación del peso colombiano frente al dólar estadounidense: llegó a un pico de 5 mil pesos por dólar (el 7 de agosto, día de la toma de posesión, la cotización era de 4.300 pesos por dólar).
Además, detalla que hay todavía oficinas de organismos y dependencias importantes que no tienen nombramiento, y eso ha conspirado contra la idea del cambio.
Queda por esperar el resultado del proyecto de ley para legalizar el uso recreativo de la marihuana, y la nueva política de extradición a Estados Unidos (quienes accedan a negociar con el Estado, se podrán quedar en Colombia).
Con una buena dosis de pragmatismo, Gustavo Petro ha conseguido el apoyo necesario de la oposición para sacar adelante reformas clave de su agenda de cambio en Colombia, y mantiene una aprobación del 60%.