Hannah Neeleman, conocida en redes como «Ballerina Farm», fue modelo y promesa del ballet, pero dejó todo para vivir en una granja de 328 acres en Utah, Estados Unidos. Allí con su esposo y sus ocho hijos, y se ha hecho popular por narrar su particular día a día en el campo a sus casi 9 millones de seguidores.
A sus 33 años, Hannah comparte en TikTok su estilo de vida como ama de casa. Cocina con ingredientes de su granja y sin el uso de dispositivos electrónicos en su hogar, excepto por el que usa para crear contenido.
¿Esposa tradicional o mujer de negocios?
Detrás de la idílica imagen que proyecta en redes, se reveló que su esposo, Daniel Neeleman, es hijo de David Neeleman, fundador de la aerolínea JetBlue. Esto generó críticas en redes, acusando a Hannah de romantizar una vida de campo «falsa» y privilegiada.
Sin embargo, Hannah nunca ha ocultado su origen y se muestra auténtica en su contenido, aunque admite que a veces se siente agotada por sus responsabilidades.
La reina de las «Tradwifes»
Hannah ha sido etiquetada como una «tradwife«, un término que describe a mujeres que adoptan roles tradicionales de género, inspirados en valores cristianos de los años 50 y 60. Este estilo de vida, que incluye obediencia al esposo y la dedicación al hogar, ha sido objeto de críticas y admiración.
Similar a ella, la influencer española «Roro» también ha sido criticada por perpetuar estereotipos de género.
Pasado en el ballet y vida actual
Antes de ser «Ballerina Farm», Hannah fue una prometedora bailarina de ballet, formada en la prestigiosa Academia Juilliard.
Sin embargo, su esposo la convenció de casarse y mudarse a una granja, alejándola de su carrera. A pesar de esto, Hannah ha encontrado satisfacción en su vida actual, aunque admite que fue difícil renunciar a una parte de sí misma.
Influencia y emprendimiento
Además de su vida doméstica, Hannah es una exitosa influencer y empresaria. Su marca «Ballerina Farm» vende una variedad de productos, desde alimentos hasta artículos para el hogar. Aunque se presenta como una esposa y madre tradicional, también se considera una feminista y una mujer empoderada.
A pesar de las críticas, Hannah no se ve a sí misma como una víctima. Continúa participando en concursos de belleza y mantiene su pasión por el ballet, aunque sus actividades artísticas han pasado a un segundo plano debido a sus responsabilidades familiares.
Con información de Infobae